Desde la prensa
(delirios cortesía de la prensa, los fiscales y los
tribunales!)
Víctor Montoya fue formalizado por Ley Antiterrorista.
También es investigado por otros cuatro atentados, incluido el que significó la
detención del sociólogo Hans Niemeyer Salinas.
En prisión preventiva quedó Víctor Montoya, el
sujeto(sic) detenido por el bombazo que en la madrugada del sábado pasado
afectó al retén Las Vizcachas y que dejó daños en la unidad y un carabinero
lesionado.
Montoya fue formalizado en el Juzgado de Garantía de Puente
Alto por el delito de colocación de artefacto explosivo terrorista. La
Fiscalía Sur justificó la aplicación de la Ley Antiterrorista debido a que el
imputado “buscaba causar temor en la población”.
Los fiscales Raúl Guzmán –jefe de la Fiscalía Sur- y Claudio
Álvarez presentaron una serie de pruebas para solicitar la prisión preventiva de
Montoya. Estas evidencias incluyen declaraciones
de testigos e incautación de material anarquista. También se le
investiga su participación en otros cuatro atentados.
Según los fiscales, el atentado en contra del retén Las
Vizcachas tiene grandes similitudes con los que afectaron, en 2011 y
2012, a la División de Logística del Ejército, Fiscalía local de La Florida, la
sucursal bancaria en Macul en que fue detenido Hans Niemeyer y otra entidad
bancaria del BCI.
Los fiscales también informaron que a Montoya se le incautó
un video sobre la ETA que contenía instrucciones para fabricar
artefactos explosivos y cometer atentados, junto con material anarquista e
información relacionada con el Caso Bombas.
Asimismo, los fiscales aportaron las declaraciones de dos testigos presenciales cuyas identidades
se mantuvieron en reserva. Uno de ellos entregó la patente del
vehículo en que supuestamente se movilizaba Montoya, el que resultó pertenecer
a su padre. El segundo testigo lo reconoció físicamente.
Por su parte, el defensor de Montoya -abogado Rodrigo Román-
rechazó los antecedentes de la Fiscalía y dijo que tales informes faltan a la
seriedad de la investigación y sólo son el resultado de una ficción del ente
persecutor penal.
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