lunes, mayo 02, 2011

Texto de Tsilianidis Babis, Dimtsadis Dimitris, Tzifkas Sokratis, Fessas Dimitris.

Tomado de Culmine

Es incendiado un vehículo del ΔΕΗ (compañía nacional de electricidad griega) en el centro de Salónica donde es detenido nuestro hermano y anarquista revolucionario Giannis Skoulodis. Se declaran en base a al testificación de los policías, 4 ordenes de detención en contra de nosotros.
El dilema se mantiene mínimamente y empezamos el por desgracia corto camino de la huida (y aunque corto, experimentado en el absoluto grado de dulzura, que las decisiones de vida en base a la conciencia y sus aplicaciones de guerra pueden regalar a quienes las detona). Viaje en el cual decidimos conscientemente dirigirnos a nuevas rupturas con la existencia y no a ser unos perseguidos asustados en la trayectoria que la antiterrorista y los jueces nos habían marcado. Teníamos que sobrevivir y para que esto sucediera dejamos de sentirnos víctimas y perseguidos, y nos denominamos a nosotros mismos culpables y perseguidores. Además la derrota para nosotros era y es una condición desconocida. Nos reagrupamos entonces y decidimos: “Vamos de nuevo, esta vez hasta el final”.

Texto de Tsilianidis Babis, Dimtsadis Dimitris, Tzifkas Sokratis, Fessas Dimitris.


“Por eso entonces vosotros chicos míos con la espada, el fuego y la rabia en la boca quiero que salgáis desnudos a las ciudades, como atraviesa la serpiente los campos de cebada con orgullosos ojos de rabia y como los relámpagos dominan la juventud.”

13/10/10
Una negativa a la rendición y un “all in” a la libertad.



Es incendiado un vehículo del ΔΕΗ (compañía nacional de electricidad griega) en el centro de Salónica donde es detenido nuestro hermano y anarquista revolucionario Giannis Skoulodis. Se declaran en base a al testificación de los policías, 4 ordenes de detención en contra de nosotros.

El dilema se mantiene mínimamente y empezamos el por desgracia corto camino de la huida ( y aunque corto, experimentado en el absoluto grado de dulzura, que las decisiones de vida en base a la conciencia y sus aplicaciones de guerra pueden regalar a quienes las detona). Viaje en el cual decidimos conscientemente dirigirnos a nuevas rupturas con la existencia y no a ser unos perseguidos asustados en la trayectoria que la antiterrorista y los jueces nos habían marcado. Teníamos que sobrevivir y para que esto sucediera dejamos de sentirnos víctimas y perseguidos, y nos denominamos a nosotros mismos culpables y perseguidores. Además la derrota para nosotros era y es una condición desconocida. Nos reagrupamos entonces y decidimos: “Vamos de nuevo, esta vez hasta el final”.
Publicamos el primer brosoure de
Colaboración de Individuos para la Realización de la Negación, leímos mucho, aprendimos mas, preparamos con cautela y agonía nuevas pequeñas y grandes envestidas al cielo, preparando nuevas prácticas contra el estado, su sociedad, su valores y su ética.

13/10/10
Escalera Real de la policía griega.
Ahora tiene que hablar, para salvarse tiene que sufrir que soñar y vivir…
El DIA está todavía lejos y tiene miedo, no os arrodilléis como os asustáis también vosotros.
Ahora tiene que hablar, para salvarse tiene que sufrir que amar y vivir.
El capitán dice: habló
El látigo dice: habló
La noche dice: habló
pero la noche es poca y los compañeros son muchos y se corto la lengua con sus dientes,
lo mismo que hicisteis vosotros.

Después de nueve das de seguimiento (algo que para nosotros empezó a ser perceptible los últimos 3 pero erróneamente pensábamos que teníamos el síndrome del fugitivo y veíamos “fantasmas de policías secretas” viene el golpe.
Tres de nosotros somos detenidos por personas con casco en los callejones de Birona y el cuarto, en casa por parte de unos tipos que vestían de verde con chalecos antibalas y automáticas. Fuimos trasladados al cuartel general de la policía en Atenas con pasamontañas en la cara, con un recital por parte de nuestros escoltas:
Nosotros estamos para la acción
Vosotros sólo estáis para escribir textos
Nosotros tenemos las armas.
Os hemos pillado por sorpresa etc…
Una vez allí permanecemos de pié, desnudos, con capuchas y de cara a la pared por bastantes horas declarando sólo que somos anarquistas revolucionarios. A esto le sigue un informal procedimiento de preguntas que se mantiene también por horas mientras nos llevaban sin motivo a pasillos para tomarnos las primeras fotografías que harían públicas.
Nuestra negativa a dar huellas dactilares se encontraba con un: “No te he preguntado, las vas a dar incluso si te tengo que romper los dedos para ello, es una orden del fiscal”.
Los primeros tres resultaron ser pocos para “presionarnos” así que lo hicieron entre 7 u 8 personas.
Nos golpeaban la cabeza contra la mesa, y nos pisaban los empeines, nos retorcían las manos que estaban ya entumecidas, nos retorcían y doblaban los dedos de forma que nos tomaran las huellas por medio de presión.
Hasta el Sábado que fuimos trasladados a Salonica, pero también del Domingo al Martes, permanecimos en celdas de 2,5×1 negándonos a comer y a beber lo que fuera.
Finalmente nos tomaron fotografías sujetándonos dos tipos mientras llevábamos esposas y uno nos tiraba del pelo. Cuando mas tarde nos pidieron que firmáramos las declaraciones, para tomarnos ya huellas dactilares formales y ADN, les recordamos que hemos aprendido a tener cuidado de dónde ponemos nuestra firma.
(Aclaración: El hecho de que se haga referencia a todo esto públicamente tiene como fin el llevar nuestra experiencia a cuántos tal vez pasarán en el futuro por lo mismo, y no como queja por los métodos ilegales y la vulneración de derechos, ya que hace tiempo que los enterramos junto con nuestros compromisos con la sociedad)
El Martes fuimos trasladados a Koridalo y a Avlona para continuar ya, nuestra lucha dentro de los muros, por la libertad y la revolución.

Esta partida no termina nunca….
El turno de los guerrilleros otra vez…”

Algunas decenas de anarquistas, revolucionarios, guerrilleros de todas las clases se encuentran en las cárceles griegas.
Encerrados (pero no derrotados) porque vivieron y porque actuaron como corresponde a cada persona que lucha contra el poder, como institución y como relación, como corresponde a cada persona que vive orgullosamente, con valentía en contra de su época.
Y no están vencidos porque las acciones no parecen disminuir. Porque los portadores de la negación absoluta de este mundo, a parte de los golpes que proliferan, principalmente son mas obstinados.
Y en nuestros tiempos es un gran reto la estructuración del ejercito caótico, una gran oportunidad para un mejor y duradero golpe irreversible a la estructura social y su normalidad.
Pero antes llegamos a hoy, presentándonos.

Revolución en primera persona del singular.
Aunque las elecciones, nuestras luchas, nuestra detención son tan solo una pequeña pieza que corresponde al mosaico revolucionario de nuestra época, sentimos la necesidad de exponer nuestros recorridos, nuestras teorías, nuestras vivencias para comunicarnos con aquellos que luchan contribuyendo al diálogo de la comunidad anarquista revolucionaria.
Nuestra identidad además no la ocultamos jamás. Éramos también parte del movimiento anarquista, impulsamos dentro y fuera de éste el análisis individualista revolucionario, maduro hijo (y no pequeño burgués), de las vivencias y las condiciones del siglo XXI.
Y el individualismo del S.XXI no se refiere a las escrituras idealistas de escritores que vivieron hace 100 años, ni a su “martírica” realización por parte de los desesperados-comunistas en la teoría, abuelos franceses e italianos nuestros. Además en nuestra caja de herramientas práctico-teórica se encuentra la herramienta del pensamiento analítico crítico y nuestras influencias no se encontrarán identificadas y encajadas dentro de específicas teorías del pasado.

El porqué.
Vivíamos y vivimos una vida que no nos llena: material y espiritualmente. Conocíamos también nosotros, como el resto del conjunto social, las relaciones de poder y explotación, los momentos de aburrimiento y de vacío que nos ofrecía el modo de vida actual y sus prototipos. En resumen, vivíamos y vivimos una vida alienada en la cual se nos IMPONÍA el funcionar como máquinas-productoras para que se enriquecieran los que ocupan los puestos mas altos en la jerarquía social. Una condición que ACEPTAMOS aprendiendo y finalmente deseando cuanto esta nos oferta, habiéndonos olvidado de cuanto realmente necesitamos.
Nos convertimos en consumidores de productos y espectáculo que se convertían en los objetivos de nuestra vida. Nuestra vida oscilaba y oscila entre 100 asquerosos deberes de escuela, universidad, trabajo y 100 todavía mas asquerosos quiero, del desarrollo social, de la riqueza, del ultraconsumismo, del chivateo, de la mediocridad. Nuestra vida transcurría encerrada en pisos, bombardeada por anuncios y mensajes teleópticos y rodeada por miles de cámaras, identificada por los guardianes del orden.
Sentíamos soledad, vacío, mediocridad, sumisión. Sentíamos las cadenas profundamente apretadas en las entrañas y en nuestras mentes. Asumimos sin embargo nuestra propia responsabilidad en esta situación, primeramente como percepción, y después decidimos actuar aquí y ahora sin poder esperar inmóviles a que las condiciones “maduren”.
Aunque sin excluir una revuelta colectiva, no nos llenaría ésta si es en base a criterios económicos por parte de una masa de hombres que funcionaría como tal, concentrándose simplemente en un aflojamiento sin dolor de nuestras cadenas, o ni siquiera, en una reforma conjunta de la existencia del mundo, en una reestructuración. Empezamos por tanto nuestra propia lucha. Y decidimos armarnos….

Todos son responsables.
Si la negación de nuestra vida de esclavitud significa también el movimiento de guerra en contra de sus gestores, la nivelación definitiva chocaba y chocará con la aceptación que se desprende por parte de los (auto)esclavizados dentro de ésta.
El enemigo está en todas partes y la policía dentro de nuestras mentes:
Relaciones patriarcales, ilusiones xenófobas, deseos uniformados, colocación de cámaras en pequeños comercios, necesidad de seguridad y calma, el voto de la mayoría de nosotros, el antagonismo y el chupar el culo en el colegio y el trabajo. Valores y relaciones que sin lugar a dudas desde arriba fueron impulsadas pero seguro desde abajo fueron aceptadas y hechas suyas. Los grandes y pequeños contratos y afirmaciones serviciales de cada uno no se pueden excusar. Los VALORES, sin embargo, son realizados a partir de las ELECIONES, y el darle solidez a la fuerza de negación por parte de tu mismo ser, es uno de estos valores.
Por lo tanto nuestra guerra es primero y principalmente una guerra de valores, junto con cuántos frenan de uno u otro modo, la compacta estructura social. Así, no querríamos ni el liderazgo de una flexible masa descontenta, pero tampoco una élite que lucha en contra de todos. Asumida la capacidad de los de arriba de desfragmentar las (para estos) molestas clases y grupos reagrupándolos, sobre la ideología de la seguridad, y alimentándolos con calculados aflojes de presión, dejamos de referirnos a conjuntos y grupos de personas que habían sido definidos como sujetos revolucionarios los siglos pasados y definimos como sujeto revolucionario al individuo.
Para nosotros todo comienza con la creación de una conciencia individual-revolucionaria que es empujada y empuja al cuerpo a desafiar el modo de vida dominante, a sus instituciones, y a concienciarse de su parte de responsabilidad en la expansión y mantenimiento del sistema existente. Niega y ataca finalmente lo que hace mantenerse y desarrollarse este mundo que destruye la vida, buscando la libertad.
Desde el yo al nosotros.
El hombre, sin embargo, es un ser social y cuando la necesidad de comunicación y colectividad son expresadas simultáneamente con la concienciación individual pero siendo consciente también de las fuerzas que se esconden en su mente y en sus manos, florece lo que nosotros denominamos individualismo-revolucionario. Se estructura a la vez una conciencia colectiva negadora la cual en su extensión supone la abolición de roles, identidades, relaciones, instituciones y crea elevadas cualitativa y cuantitativamente, trincheras espacio-temporales que son capaces de crear auténticas vivencias de lucha individuales-colectivas, capaces de realizar la revolución en cada momento por medio de la continua desestabilización del equilibrio social.

Somos el agónico y moribundo último aliento de la sociedad.
El cuerpo social para nosotros no puede ser confrontado como algo homogéneo, y ser caracterizado ni como aliado ni como enemigo. Está formado por diferentes grupos sociales que son compuestos por diferentes personas. Las relaciones que se desarrollan en sus entrañas cambian continuamente en relación con los conflictos los equilibrios y las contradicciones de cada época pero al mismo tiempo y perpetuamente, alteradas en prototipos de profunda alienación, imposición de valores y prácticas de poder. El cuerpo social no es por tanto para nosotros algo mas que un terreno de lucha. Una lucha que puede convertirse en terreno para dar forma y coordinarse con quien conscientemente lo palpa, lo organiza, lo enriquece pero a la vez se enfrenta a aquel que no lo hace. Y si por tanto sostenemos que nuestra lucha se torna en contra de esta y de cada sociedad, por supuesto no queremos decir que tenga como objetivo todas las personas que la componen como posibles víctimas.
Algo así sería contradictorio y sin salida porque nos guste o no también nosotros somos parte de ella.
Es solo que creemos que la existencia por si sola de una sociedad masiva humana da nacimiento a las instituciones, a las jerarquías, a la especialización, a la opresión, y a la explotación de la naturaleza. Vivimos dentro de ella y constituimos en su interior una poderosa minoría que conspira en contra de cada una de sus expresiones y subvierte su perpetuación. Organizándola otra vez en estructuras de bandos enfrentados (que se basan en características de conciencia) y que es aplicada desde ahora en la práctica, la existencia, la coordinación, la solidaridad, pero también en la posible pelea entre comunidades minoritarias autónomas.
Y recordar que la lucha para nosotros es producto de la falta de libertad y autopurificación y no resultado de las desigualdades económicas y “claras” prácticas de poder por parte de algún colectivizado sujeto en contra de otro, de antemano, colectivizado objeto. Para nosotros las condiciones económicas son solo un acelerador de explosión que podemos manejar inteligentemente.
Bienvenido sea.


La crisis económica, una oportunidad más de lucha, una oportunidad más para sacar a a la luz la crisis conceptual.
Lo negativo se hace latente. Lo inevitable no es neutralizado y recibe posiciones en la salida de la última peripecia. Y esta vez, de aquí dentro no saldrá nadie con vida”.
Las condiciones sociales no son una situación estacionaria, pero difieren en proporción a las condiciones espacio-temporales. Es muy importante para un revolucionario analizarlas y tenerlas en la mente, de forma que su acción sea mas efectiva. Y por supuesto no hablamos de cambio de sus valores e imperativos sino del acierto y flexibilidad de sus prácticas y su discurso.
Es este momento, vivimos un periodo de “crash-test”1 social por medio de la crisis económica. Vemos un nuevo reparto de riqueza de abajo a arriba.
Los dilemas que no pudimos situar nosotros sobre las “personas neutrales” fueron situados por el enemigo. Poniendo a prueba sus resistencias, recuerda su posición en la jerarquía social y aclara la situación, por lo menos para cuantos no están ciegos. Por supuesto que tiene sus consecuencias…
Y no nos referimos al aumento de la criminalidad. Esta se encontrará tanto con la represión como son su manejo y gestión para extender el sentimiento de inseguridad que ha nacido. No hay mal que por bien no venga.
Los poderosos van a ofrecer generosamente aquello que saben a cambio de ganancia laboral y la libertad de los ciudadanos asustados. Noticiarios, cámaras y policías.
Pero por otro lado sin embargo.
En Albania, Irlanda, Grecia, Francia, Portugal, pero también Inglaterra, Países árabes, la en permanente agitación Latino América, la hibernación de los conflictos sociales ha sido interrumpida. Y es exactamente como lo imaginábamos. Está resurgida fuerza no es otra cosa que:
Poca e inacabada pero imprevista.
Realizadora de peticiones pero conflictiva.
Con características nacionales pero portadora del odio de clase.
Lista para volverse a casa pero a la vez preparada para permanecer en las calles.
Utilizando violencia ciega pero a la vez obsequiando también esenciales momentos de resistencia.
Fragmentada pero en el inicio de un proceso rudimentario y de embrionamiento de colectivización.

La primera sacudida la dio el enemigo. Y la segunda es por supuesto compromiso nuestro.
El prender la mecha de la guerra civil revolucionaria, la polarización social parece ahora todavía mas posible. La responsabilidad del movimiento anarquista/revolucionario es el encender la mecha que pondrá en marcha esta particular condición social explosiva.
Y claro que no va a ser una tarea fácil, es mas “requiere esfuerzo, requiere cabezonería, sonrisa y manera.”


La intervención en algunas luchas, los términos, las fermentaciones, las “alianzas”.
“¿Esperáis una revolución? Que así sea, ¡La mía comenzó hace bastante tiempo! Cuando estéis listos (¡Qué interminable espera!) no me importa el continuar por un poco junto a vosotros. Cuando sin embargo os detendréis; ¡Yo continuaré mi loco y triunfal camino hacia la importante y elevada conquista de la nada! Cada sociedad que será estructurada, tendrá sus limites ¡Y fuera de estos límites, rebeldes y heroicos vagabundos deambularán con sus salvajes y profanos pensamientos planeando todavía nuevos y mas horribles estallidos de revuelta!
Yo estaré entre ellos.
Y después de mí, como anteriormente existirán aquellos que dicen a sus amigos:
“inclinaros hacia vosotros mismos en vez de hacerlo frente a dioses e ídolos. Encontrar aquello que se esconde dentro de vosotros y traerlo a la luz, haceros visibles”.
¡Porque cada uno que explorando su interioridad, extrajo aquello que misteriosamente estaba enterrado dentro suyo, aborda una sombra que ensombrece cada forma social que puede existir bajo este sol!
Todas las sociedades tiemblan cuando la despreciable aristocracia de los vagabundos, los excluidos y de los únicos, de los dominantes del ideal y conquistadores de la nada, avanza decididamente en lo profano y salvador de la obra. Entonces, iconoclastas ¡Adelante!
Especialmente en este periodo la mezcla en el entramado social puede ser caracterizada como inflamable.
Sería un error que dejemos pasar estas oportunidades. Todavía uno mas grande sería el ser asimilado por la desagradable multitud. Lo que nosotros decimos es que podemos y debemos extraer de esto, las minorías que no se conforman con paseos, votaciones y conflictos simbólicos.
No tenemos nada que perder entonces de nuestra intervención en las luchas sociales, basta seguramente con ir allí con las intenciones claras. Con desvío, comunicación, difusión, pero al mismo tiempo con protección y simultanea propaganda de nuestros objetivos. La participación crítica es aquella que puede según nosotros hacer que la “movida” vaya hacia delante y no la identificación o el seguir a ciegas cada reivindicación.
No son lo mismo todas las luchas, con todo lo que esto conlleva. Y por tanto las contradicciones, primero y principalmente, golpean a los anarquistas que toman parte en ellas.
Los “policías de la mente”, profesores que regalan desechos, conocimiento especializado y valores de este mundo no pocas veces se han convertido en maestros luchadores, los camioneros que se daban de ostias con los antidisturbios llevaban camisetas de la Antigua Grecia y aplaudían al Rey Constantino. Los “héroes” inmigrantes, nuestros “unidos hermanos” (por lo menos la mayoría) no buscan otra cosa que el progresar y vivir el “sueño de occidente”.
Para no ser mal entendidos y para concluir tenemos que dejar de hablar de conjuntos de personas, cuanto tal vez hacerlo en su nombre y buscar los momentos, las relaciones, aquellas negaciones que no pueden ser asimiladas por las peticiones y que pueden convertirse en un verdadero peligro para el estado y su sociedad.
Abracemos a aquellos que están preparados por encima de todo a negar sus roles (inmigrantes, profesores, doctores y generalmente “explotados”) y formemos la comunidad revolucionaria que no ruega sino que lucha.
Nuestro reto está aquí, abierto para cada uno y cada una que deja de victimizar su existencia y reconoce la fuerza que posee en su ser.
Seamos inteligentes, seamos astutos, situémonos al lado de aquellos que luchan.
Dejemos de entusiasmarnos y consumir la victimización de las luchas para ser esenciales y vivir la esencia, sembremos el caos que llevamos dentro de nosotros.

La consulta de los anarquistas en la agravación de las resistencias sociales, su organización, la perspectiva revolucionaria…
Para cuantas y cuantos percibimos la importancia de la época (o mejor dicho la importancia e cada época) y el sentido de la lucha anarquista/revolucionaria dentro de esta, es situada imperativamente la siguiente pregunta.

¿Qué hacemos?
Las formas de lucha, nuestras estructuras, los medios de lucha, el inteligente manejo de ellos, el lenguaje que utilizamos, los puntos de unión y las rupturas con algunas luchas parciales, los objetivos directos y del futuro. Temas que han sido abordados de mil formas por parte de los luchadores, revolucionarios, guerrilleros de cada lugar y de cada época.
El tema de la organización y de los objetivos de la comunidad revolucionaria tienen muchos pliegues y nos vemos obligados a tratarlos analíticamente en próximos textos.
Por el momento creemos útil el presentar a continuación la óptica que nosotros tenemos.

Desde la conciencia individual hasta el gigante crecimiento del medio de la comunidad.
La confluencia de individuos que se ha dado cuenta de cómo el actual modo de vida no los llena es el primer paso para el desarrollo de la acción revolucionaria y del proceso de fermentación de las ideas y las prácticas liberadoras. Esta confluencia se acelera mediante la creación de grupos informales, colectivos y agrupaciones de afinidad (en un primer nivel entre amigos). Mediante esto los individuos aparte de pasar mas organizadamente a la acción, pueden comunicar sus percepciones, lo que les causa problemas, sus negaciones y sus deseos, sus miedos y sus sueños. Estas agrupaciones como por lo menos lo hemos vivido nosotros, a parte de honestas intenciones y muchas veces una efectividad en los objetivos que son puestos, tienen el elemento negativo de que , debido a esta relajada relación entre personas, después de un periodo de tiempo se debilitan y finalmente se terminan con parte de las personas que las formaban, dirigiéndose decepcionadas a refugiarse en su vida privada.

El reto para la transición desde la “compañía-grupo” a la estructura organizada minoritaria.
El paso del grupo a la estructura organizada no es una cuestión de la utilización de algunas palabras excesivas para adornar y que esencialmente tienen un significado vacío.
Consiste en la misma percepción y organización de nuestras negaciones. Es el intento de que se designifiquen y sean vividas las palabras: responsabilidad, compromiso, consecuencia, continuidad, desarrollo, compañerismo, dedicación. La participación y la organización de una infraestructura revolucionaria lleva consigo condiciones. Condiciones que por supuesto son decididas junto con todos los miembros en base a un respeto a la individualidad, pero también a la pasión común por la lucha. Un mundo entero esta por ser descubierto, estro está por ser arrasado, no solamente por amigos sino por compañeros y personas que comparten armas junto con nosotros.
Ciclos de autoformación, conocimientos prácticos, pensamientos para el futuro de la lucha, preparación de planes estratégicos con la intención de ponerlos en práctica, momentos de vivencias de ataques comunes y por supuesto con duración en el tiempo.
Las relaciones así se estrechan y mantienen la puerta cerrada a las jerarquías, las especializaciones, el silencio en los debates de aquellos que son “mas vergonzosos”. A la vez, las experiencias comunes, la gradual puesta en común de puntos de vista, los ritmos mas sincronizados dan la bienvenida al concepto de avance en el grupo, pero también al rápido conocimiento de las condiciones (internas y externas) que resultan, haciendo así mas acertada la intervención, la corrección, o la polémica frente a éstas.
Llegados a este punto sería útil que nos refiriéramos al aspecto de los medios. El binomio del medio legal-ilegal, debería ser superado por parte de cada luchador tomando una cuidadosa decisión. No es sólo que cada situación se juzga de una forma diferente, ej: el que repartir panfletos puede ser mas efectivo en un caso, mientras que en otro un artefacto explosivo puede hacer “mejor trabajo”. Esto por supuesto es válido dejándolo sobre el juicio maduro de quien sabe no caer en el fetichismo ni en el rechazar totalmente cada método.
Para nosotros las charlas-debates, las pegadas de carteles, las manifestaciones, el encuentro en las calles, el causar pequeños daños, las pinturas, las acciones directas dinámicas y enérgicas componen el concepto de la lucha revolucionaria multiforme. La propagación de nuestro discurso y de nuestra acción puede ser realizada de diferentes maneras. Si en algún punto queremos recomendar que se tenga cuidado a los nuevos compañeros y compañeras, es en que cuiden no solamente que método utilizan sino también la forma en que lo hacen.
La conspiratividad (o como ha sido tratado de una forma mejor “el deseo de anonimato”), el low profil, los encuentros de forma cuidadosa, los juegos de palabras de forma que no sea el mismo el mensaje en un cartel por ejemplo y el discurso de una acción de ataque, son cuestiones que no pueden ser pasadas por alto de una forma rápida por los nuevos revolucionarios.
Y por supuesto que no hablamos de la separación entre las personas que trabajan de forma legal-ilegal. El lenguaje de los policías nos es imposible de reproducir. De forma contraria vemos necesario que el discurso guerrillero se familiarice y no entre en enemistad con lo público.
Tal vez simplemente tenemos que reformular los métodos, por ejemplo donde tiene lugar una pegada de carteles o el reparto de panfletos o simplemente por otro lado el aprender a utilizar el lenguaje de forma que tengamos la posibilidad de hacer que el enemigo busque en un terreno de niebla. No queremos prolongarnos mas públicamente, simplemente llevar nuestros pensamientos a cuantos continúan atreviéndose a luchar para que los juzguen y los hagan avanzar.
Y para concluir, estamos al lado y tenemos gran confianza en las nuevas generaciones de revolucionarios. En que superarán nuestros errores y bloqueos, como nuestra generación entregará a los siguientes mas concluidas, mas objetivas, mas duras, mas cuidadosas experiencias de lucha que aquellas que recibieron.

Las estructuras de ataque,
la expansiva guerrilla revolucionaria,
los mitos, la realidad, las difamaciones.

la acción revolucionaria en sí, incluso el hecho de armarnos, el que nos preparamos, el que nos abastecemos, el hecho de que nos adentramos en prácticas que violan la legalidad burguesa, crea una conciencia, una organización, las condiciones revolucionarias.
Por décadas el movimiento anarquista en Grecia (y por supuesto no nos referimos a ninguna formal burocrática y izquierdosa versión de este), debido a diferencias políticas, roces internos, micropolítica, miedo, persistencia en una aproximación espectacular de la violencia, ha permanecido sin tomar parte en la cuestión de la confrontación armada con las fuerzas del estado, dejando esta responsabilidad a las organizaciones armadas de la izquierda (con mínimas pero grandiosas excepciones).
La misma espectacular imagen de la lucha armada, en conexión con su idealización, tanto por parte de los actores como por parte de los “espectadores”, reproducía la confrontación armada y de una forma mas general la acción guerrillera como una condición manejada solo por un comando especializado. El margen para cuantos veían necesaria estas formas de lucha, se desplazaba desde su participación en estas, y oscilaba entre los rumores en las cafeterías y los aplausos desde el sofá.
Por supuesto, los años desde el cambio de política (de dictadura a democracia) hasta el 2002, la participación de los anarquistas en los movimientos sociales (los cuales muchas veces tomaban intensas características de conflicto) y la guerrilla de baja intensidad (destrozos y incendios con escaso discurso y unido a típica manifestación de solidaridad a los entonces luchadores presos) trajo consigo resultados tanto en el aumento numérico del movimiento anarquista/antiautoritario, como en la adquirida experiencia de la acción directa conspirativa.
La desarticulación de la Organización Armada 17 de Noviembre, fue un punto clave para quienes percibían la necesidad y el sentido de la continuación de la acción armada.
El vacío de golpes, que inspiraría a otros luchadores, y que daría éxito a la imagen del estado “fuerte en todos lados”, en tiempos de la mayor desvergüenza en la capitulación de las condiciones de la izquierda, fue cubierto por grupos armados con características anarquistas-antiautoritarias mas intensas y con mas discurso.
Unos pocos años después, en el marco de un avance de la dialéctica, nacieron grupos y organizaciones con claro discurso anarquista (incluso si utilizaban y utilizaban y utilizan un discurso mas herético).
Las revueltas de Diciembre del 2008, actuaron como catalizador y multiplicador de estos grupos, para la tendencia guerrillera de nuestra época, para los cimientos de la llamada, no de forma injusta, nueva guerrilla urbana.
El termino “nueva” no es utilizado para desvincularse de sus raíces, de su legado histórico el cual ha sido recibido, para separarse en el tiempo de las luchas que se han manifestado históricamente (algo que por otro lado sería imposible que ocurriera) sino para elegir cuales son según nosotros las necesidades y las raíces fértiles con el legado teórico que le ha sido relegado.
La guerrilla urbana de nuestra generación no habló por elección propia, en términos económicos o defensivos para justificar socialmente su existencia.
Ha definido y define su propia trayectoria hablando vivencialmente, directa y accesiblemente, no tanto para establecerse en la tan moldeable conciencia social (si finalmente ésta existe como un concepto que le pertenece) sino, para componerse y coordinarse únicamente con aquellos que pelean por la comunidad revolucionaria y por su propia conciencia.
Es y será, tanto un componente de una mas amplia radical y multiforme lucha, como una continua INVITACIÓN-PROVOCACIÓN para cada interesado, una PERCEPCIÓN DE MOVIMIENTO DENTRO DEL MEDIO URBANO, UN MODO DE VIDA.
Es un hecho el que no busca la aceptación social sino las COMPLICIDADES INDIVIUDALES Y COLECTIVAS.
Nosotros vemos con una total indiferencia, sino como una enemiga, la crítica, la “comprensión” o los aplausos de los amigos del sofá, de los progresistas, de cuantos no luchan (y no nos referimos solo a la lucha armada en este punto) y no es éste el criterio para que actuemos, para que vivamos.
Al mismo tiempo, si esperamos algo realmente, es tanto la crítica como la coordinación de luchas comunes, de cuantos con cientos de formas luchan y sueñan con la destrucción de este mundo.
La nueva guerrilla urbana seguramente, se difunde y difundirá en su propio transcurso, un recorrido en el que por supuesto conoce y supera sus propios errores y contradicciones, algo que sucede en cada saludable y desarrollado recorrido de una tendencia y propuesta de lucha.
La autocrítica por parte de cuantos la componen, ya sea detrás de las rejas, ya sea dentro de la propia continuidad de las prácticas conspirativas, tiene como resultado para nosotros el componente básico para su impulso pero también para su continua remodelación sobre el concepto de la continua mejora, acierto y agudeza.

La profunda y buena opción de la autocrítica somete las ideas a un iderrumbable y agotador interrogatorio. El veredicto con la adecuada severidad que adapta la atención en la cuestión revolucionaria, decide sin piedad el rechazo del manejo en el que reposa ya el legado del adversario.
Zarpa sin retraso desde el ancla sentimental, explota sin dejar ni un rastro de los restos de la mentirosa conciencia, destroza despiadadamente aquello que le hace perder su rumbo y la retrasa
.”
Es totalmente natural y bello, en el contexto de una intrínseca y reciente concienciada y experienciada vitalidad y hambre de acción, el que exista tanto entusiasmo como prisa.
Estos dos elementos básicos del carácter de un joven revolucionario, es necesario que vayan acompañados de su adecuado manejo de forma que se evite una inútil exposición a la represión. La guerra que llevamos a cabo no tiene fin, cada movimiento tiene que estar bien medido y trabajado y no ser un producto del simple impulso.
Tenemos que aprender a separar la guerra con el enemigo y a no subvalorarlo. Los grandes sueños no tienen porqué ir acompañados de grandes palabras sino de prácticas acertadas y análisis críticos.
Seamos conscientes de que la crítica y la ruptura con la línea revolucionaria formal y ortodoxa de cada época conlleva una gran responsabilidad por parte de aquellos que la realizan. La responsabilidad de la organización y la cimentación de sus propias tendencias y no la simple dedicación temporal y oportunista con esta.
Las relaciones y la concienciación seguramente no se crean dentro de los anfiteatros sino sobre la acción, sobre las vivencias comunes. Tendremos que buscar el equilibrio entre el deseo de acción y el deseo de fermentación teórica. El equilibrio entre la calidad y la cantidad de los objetivos y la calidad y la cantidad de las relaciones y nuestros análisis.
Preservemos los secretos de la guerra revolucionaria de aquellos que lo toman como un hobby. La lucha necesita personas con dedicación que la intensifiquen y no soporta silencios, abandonos, y repudios refugiándose en la vida privada cuando las cosas se tuercen.
Buscamos la esencial y vivencial impresión de nuestro ser, de nuestros compañeros de lucha, de nuestras herramientas de liberación, del concepto de la destrucción en nuestras propias vidas. Exiliemos las espectaculares ilustraciones siempre de nuestros procesos mentales.
Si hacemos una referencia indirecta de nuestras vivencias, exponiéndolas y excusándolas pública y directamente, no lo hacemos para dar alimento a los núcleos de indiferencia e inercia y a los especialistas del tema, a los rumores y cuchicheos.
No somos mas que parte de una pequeña pero orgullosa minoría de esta tendencia que siendo consciente de la claridad de nuestras elecciones y la superación de nuestros errores quiere repartir las experiencias de nuestro viaje. Nuestras pequeñas derrotas y nuestras grandes victorias. Victorias que nos e contabilizan en términos militares (o por lo menos no solo bajo estos términos) sino como una mezcla de momentos y experiencias que llevamos a cabo como luchadores de la revolución.
El deterioro (pequeño o grande) que producimos al enemigo, la felicidad de estar 100% dados a la lucha, el miedo superado durante el transcurso de un ataque, las sonrisas después de su realización, las muy preciadas relaciones que se mantenían y se mantienen, las organizaciones y grupos que en los tiempo mas difíciles continúan, aquellos que ahora con esfuerzo surgen.
La lista todavía se esta escribiendo.

Porque la historia cuenta los silencios, pero seguro también cuenta las luchas y nuestra lucha no tiene fin.
La apuesta que realizamos ha sido ya ganada. Los nombres de las organizaciones y de los luchadores no tienen ya tanta importancia y nuestra llamada de guerra encontró sentido en los corazones y pensamientos de cuantos, de ninguna manera se pudrirán como esclavos en este mundo de mierda. Ya nuevos revolucionarios, nuevos guerrilleros desarrollan nuestras estructuras y las elecciones de lucha.
Y mientras esta cadena no se rompa, aquello en lo que tomamos parte y nuestro pequeño eslabón con éste no se puede dar por perdido.

A modo de cierre

La conciencia de la estructuras revolucionarias, las redes informales de coordinación de acciones, la estructuración del ejercito caótico.
Lo negativo reconoce la inmensidad de los deberes a los que es llamado a servir.
Restablece en el foco de la historia los encuentros que fueron evitados, ya sea porque se salieron de la ruta y las necesidades del tiempo, o debido a manejos erróneos.

La comunicación, la coordinación de acciones, la elección de temas comunes, el intercambio de opiniones críticas, el apoyo mutuo, es el siguiente paso para la organización de los revolucionarios, para el aumento cualitativo y cuantitativo en la lucha.
La diversidad en las percepciones, en las prácticas y la autonomía de cada infraestructura (como de los individuos que la componen) no debe tener como resultado la acción dividida, por lo menos no dentro de una continuidad. Al contrario, esta diversidad, si es comunicada, cultivada y unida a términos fértiles es la riqueza de reparto común de cuantos luchan. Esto que en un primer momento es necesario es la conquista de la conciencia de LUCHA COMÚN. Entonces pueden surgir (y lo subrayamos, no de forma imprescindible) colaboraciones, fermentaciones, concurrencias. El intercambio de diferencias teóricas pero tamboritean el intercambio de informaciones para la acción pueden traer tanto la coordinación de un discurso público común con el resultado de unas circunscripciones mas fuertes y acertadas. Como la coordinación de objetivos comunes y elecciones temáticas cuyo resultado sea un golpe mas fuerte al enemigo. Ya el avance individual y la concienciación se desarrollarán a la vez tanto a nivel del colectivo como hacia otros entes colectivos. La red horizontal-caótica de acción multiforme anarquista/revolucionaria es un proceso posible, un proceso necesario, para sintetizar lo mas posible, la astillada comunidad de la negación pero también para que signifique desde el principio el final de cada intento de estructuración jerárquica de ella.
Desde las radios ilegales hasta las okupaciones. Desde los proyectos de contrainformación y las publicaciones de material escrito hasta las asambleas de solidaridad. Desde los grupos de sabotaje hasta las organizaciones armadas. Desde las cadenas de seguridad y grupos de cobertura legal y sanitaria en las manifestaciones hasta las redes de apoyo a los compañeros en clandestinidad. Aprendamos de los movimientos del enemigo y de su coordinación de fuerzas, hagamos lo mismo. Incluso todavía peor. La unidad de la gente en una “compacta e invencible fuerza destructora”, que vuelva a ser el objetivo de los revolucionarios de hoy.
Un primer intento de composición de una red de lucha de este tipo ha sido ya puesto en aplicación. La
federación anarquista informal-red revolucionaria internacional que es el resultado de grupos y organizaciones de todo el mundo con el objetivo de coordinar acciones y el acercamiento de temáticas da su propia óptica a la organización de la lucha.
Preservando los cánones de la conspiratividad, personas que percibían la existencia de sus referencias comunes y lugares de unión, de acción y de teoría construyeron y desarrollan por medio de su comunicación mediante el discurso público escrito, una plataforma de pensamientos y acción. A la vez debe suceder y está en los primeros pasos por parte de los revolucionarios encarcelados en todo el mundo. Y algo parecido puede y debe ser creado en todos los terrenos en los que es declarada la guerra revolucionaria y es sintetizada la lucha anarquista/liberadora. Está en nuestras manos, la organización, los cimientos, la profundidad, el agrandamiento, la colectivización de nuestras negaciones. Los tiempos lo requieren, las conciencias lo hacen mas intenso.
Preparemos la estructuración del ejército caótico…

Fuimos y seremos parte de cuantos luchan por la conciencia y no por la ruptura de las formas de lucha.
Creemos también nosotros que las manos de cada uno son capaces de hacer las dos especies del plomo hablar. (el plomo era utilizado antiguamente para hacer lapiceros y también como un elemento de composición de las balas)
Impulsamos y apoyamos la diversidad de formas de la lucha revolucionaria anarquista sin esconder cual es nuestro objetivo final:
la multiplicación de las organizaciones de guerrilla, la polarización social, la guerra civil revolucionaria como condición indispensable para el aplastamiento de la máquina social.
En este nuestro intento, en el intento de organización de un frente revolucionario, el 13 de Enero fuimos detenidos y el 18 del mismo mes fuimos conducidos como prisioneros de guerra a las cárceles del enemigo.

El encierro no tiene como resultado la derrota.
Existe aquel punto en el recorrido de un revolucionario en el que caerá en las garras del enemigo. Materialmente, este cautiverio de algún guerrero contra la dominación se realizará en las cárceles y temporalmente, existirá una variación que puede ir desde algunos meses a decenas de años.
Pero lo que conduce a un revolucionario al cautiverio no es otra cosa que sus elecciones mismas. Las situaciones que vivimos se crean en base a las decisiones que hemos decidido aplicar y a continuación defender. Como anarquistas revolucionarios, lo siguiente es conocer y finalmente recordar como cada elección es acompañada por un coste similar. Dentro de estos marcos, cada revolucionario sabe o por lo menos DEBE saber (por experiencia y con base histórica) el precio exacto de la perdida de lazos sociales y de la cárcel hasta la muerte y estar preparado de antemano para esto.

De la perdida mas grande, hemos aprendido a ganarlo todo.
Cada plan revolucionario, se desarrolla con un total análisis de todas las razones, todos sus terrenos de aplicación (del sobreprecio de las condiciones) y seguro de sus resultados (en todos los casos). Su precio, bastantes veces, está bajo la forma del castigo. La dominación, principalmente sabe que ningún sistema correccional es posible que funcione según la forma en la cual ha sido inicialmente diseñado cuando se aplica sobre un enemigo que actúa de forma consciente.
Por tanto, el encierro de los revolucionarios, no tiene como objetivo su reinserción sino:
1. Su eliminación material, la disminución cuantitativa de las fuerzas revolucionarias.
2. La interrupción del revolucionario sobre los terrenos de la sociedad, y las fermentaciones y cooperaciones revolucionarias.
3. El cortar con el ejemplo que éste puede suponer hacia cuantos pueden tomarlos como a estos como influencia y se dirigen a la puesta en práctica de cada pensamiento o plan subversivo.
Finalmente, el encierro en las mazmorras del enemigo intenta mostrar la espectacular superioridad de la dominación. La comparación en la guerra (“he causado X golpes al enemigo y este Y a mi”). Un mensaje del tipo “mira quién tiene ahora la sartén por el mango” cuyo destinatario es el neutro cuerpo social.
Cuando el castigo nos encuentra orgullosos y preparados para hacerle frente pierde su utilidad real. Cuando sin embargo, el miedo nos domina y influencia cada elección nuestra, entrando dentro dentro de la esencia de la misma elección, entonces esta última pierde su carácter revolucionario.

Peristencia-fuerza-continuación de la lucha total y conjuntamente.
En cada revolucionario existe de forma innata una potente dosis de fuerza. Es la misma fuerza que ha sido ejercitada y se ejercita para que siga poniéndose en práctica. El roce entre estas fuerzas revolucionarias que tiran contra el estado, desarrolla una recíproca relación, una relación de apoyo o disminución, la cual, primeramente depende de su continuación o de su no aplicación.
De forma mas simple y concreta: la fuerza y la cabezonería que muestra un preso hacia el medio, florece de su individuo, ésto y solo ésto. Todo lo demás es un apoyo que proviene de la continuación de la lucha en sí misma. No, no serán los movimientos de solidaridad exclusivamente los que darán fuerza a un encarcelado. Son los movimientos de solidaridad una aplicación parcial de la lucha que se sigue reivindicando. La persistencia que mostrarán los de fuera se corresponderá con la persistencia que mostrarán los de dentro. Y las dos sin embargo importan la total aplicación de la lucha anarquista revolucionaria y dependen de ésta.
Reconocemos por tanto, que esto solo tendrá sentido sobre la aplicación de cualquier plan revolucionario. La continuación luchadora siendo consecuentes sobre los términos que han sido decididos de antemano. Por esto además nos hemos comprometido. De aquí en adelante, cada revolucionario cautivo o no, tiene el deber de hacer lo mismo. El clima de guerra que tiene lugar hoy lo requiere.

Las prácticas de ataque continuarán.
Y las espigas crecieron
y dieron fruto,
pero los pájaros,
no se acercaban porque una terrorífica figura las guardaba.
El tiempo pasó
y los negros pájaros estaban sedientos y tenían cada vez mas hambre.
Hasta que una mañana, no podían mas
Dejaron de sentir miedo y atacaron al desvelado guardián de la tierra.
Y según sus picos lo destrozaban, entendieron que era únicamente un espantapájaros.
Dándose cuenta así de que su mas grande enemigo
aquel que les hacía tener hambre
era el mismo miedo.

Ya nada puede pararlos.
Ya la llanura inundada de espigas les pertenece.

Y la guerra sigue.
Dentro del nublado campo de batalla continuamos abalanzándonos armados con dignidad y persistencia revolucionaria.
El enemigo es a su vez atacado. Algunos de nosotros caerán en sus manos, otros incluso perderán la vida.
Pero con que respire aunque sea uno o una de nosotras, en cualquier rincón de este planeta, las trincheras se reconstruirán y el plan continuará desarrollándonse.
¡Qué así sea!
Nuevas batallas se acercan y esta vez estaremos mas preparados que nunca. Las columnas fueron completadas por nuevos compañeros, las estructuras nos hicieron organizarnos, y las prácticas nos hicieron avanzar.
El desenlace de la guerra no nos interesa ya, además cada uno de nosotros se imagina de forma diferente las celebraciones de la victoria. Todos sin embargo nos expresábamos a través de esta guerra porque simplemente las consecuencias de esta paz nos corroían las entrañas como gusanos en un ataúd. No podíamos actuar de otra manera. No podíamos dejar que el puto miedo paralizara insensiblemente nuestros corazones. Lo miramos a los ojos y éste se echó atrás.
Es el estar orgullosos de nuestras elecciones lo que nos hace despreciar las consecuencias, y el reflejo de nuestros sueños en ellos ojos de los compañeros, nos da fuerza para seguir.
Nuestro día amanece y el enemigo se muestra imperceptible desde lo lejos. Tenemos el viento en contra y el sol nos ciega.
Pero los cuerpos de los enemigos están podridos porque hace tiempo que la enfermedad se arroja sobre su tierra.
Vamos compañeros, ataquemos en nombre de la venganza, en nombre de nuestro y, en nombre de la libertad.
Vamos pues compañeros hemos vencido ya.
Vamos a destruirlos y a que nos destruyan en el intento.
“Es triste el escribir una página con el corazón que se pregunta ¿Y después qué?
Pero nosotros estamos dedicados a la lucha. O a alcanzar nuestra anulación. Es mortal y
así alguno de nosotros inevitablemente se pierde. Y entonces los estúpidos exclamarán,
¡Anarquistas cabezas cuadradas! ¿Pero quién puede comprender la tormenta que brama en nuestra mente? ¿Quién puede entender nuestra insaciable sed de alegría para la vida?
¿Quién puede percibir nuestra victoria sobre la esclavitud humana?
Estamos solos, no encontramos un grupo de valientes y de temerarios. Preparados para
participar en el combate por la conquista de la vida. Después fuimos vencidos y uno de nosotros se perdió.
Pero siempre el otro permanece con la mirada clavada en el horizonte. No puede, no tiene
que desviarse. Este es nuestro destino ¿Encontraremos tal vez compañeros en nuestro recorrido?
Y sino de nuevo, cada uno tirando de su solitario recorrido haremos desaparecer el ruido o el silencia de la escena de este mundo. Un capítulo se cierra, un capítulo lleno de luchas, esperanzas e ilusiones. Pero, no significó el final.
Solo esto tenía que decir.

Texto del revolucionario Kostas Pappas.
En cuanto a nosotros… Permanecemos de pie, permanecemos sin arrepentirnos, permanecemos orgullosos por nuestra acción, nuestras elecciones y nuestros compañeros que las desarrollarán.
SOLIDARIDAD Y UNIDAD CON CUANTOS LUCHAN DENTRO Y FUERA DE LAS CÁRCELES, AQUÍ PERO TAMBIÉN EN TODAS PARTES MANTENIENDO ALTA LAS BANDERAS DE LA LIBERACIÓN.


Viva la revolución.
Viva la guerrilla de la nueva época
LIBERTAD PARA SIEMPRE


Tsilianidis Babis
Dimitsiadis Dimitris
Tzifkas Sokratis
Fessas Dimitris
04/03/2011


PD1: De forma consciente no hicimos ninguna referencia en nuestro primer texto por el diagnóstico y explicación que damos a los recientes movimientos de la represión. El tema del contraataque estatal frente a aquellos que luchan y no aceptan su omnipotencia por supuesto que nos concierne, y intentaremos aproximarnos a este tema dentro de poco.
En este texto solo podemos hacer dos comentarios.
1. Declaramos públicamente que la anarquista
Fei Meier no tenía ninguna relación con nosotros en cuanto se refiere a cuanto vivimos o elegimos. El único contacto suyo fue una relación de amistad con uno de nosotros y unos cafés en Thisio que finalmente resultaron amargos. La solidaridad incluso ahora que nos enteramos de su puesta en libertad, es un hecho, ya que continuará siendo llevada a juicio por un caso con el cual no tenía ninguna relación.
2. Nuestros padres y nuestros amigos no tienen ninguna relación con nuestras decisiones (por desgracia y por lo menos por el momento), por tanto sería prudente por parte de la antiterrorista y los servicios secretos el dejar de MOLESAR Y PROVOCAR a personas de nuestro entorno cercano.
Creemos que es útil que estos hechos y otros de este tipo se hagan públicos de forma DIRECTA, para que se demuestre el rol de la policía griega y las nuevas tácticas, no como un llanto, sino como un elemento de polarización y de aclaración de la separación de bandos. Bandos que ya, aunque creemos que los movimientos de los bastardos se les van de las manos mas de lo que deberían, alcanzan a nuestros padres, madres y amigos.

PD2: Damos gracias a aquellos que nos apoyaron y apoyan. Cogimos mucha fuerza de cuantos se encontraban en los juicios en Atenas y Salónica, de quienes rompieron el clima de miedo en los barrios donde vivíamos, de cuantos nos llegaron noticias de que nos tienen en sus mentes, y de cuantos nos horraron haciendo referencia a nosotros en ataques enérgicos y dinámicos.
Al mismo tiempo, que no haga falta pedir algo a aquellos que verdaderamente sienten aquello que decimos. La solidaridad a los cautivos de guerra tiene sentido cuando es simplemente una excusa mas para la lucha, una excusa mas para la guerra. No saquemos partido del clima, no consumamos el tema de la solidaridad, y no nos limitemos por esto.
Para nosotros no existe un sentimiento mas fuerte de calor y solidaridad que la misma continuación de las prácticas conspirativas, espacialmente en esta época, especialmente en estas condiciones.
NO PAREIS LA LUCHA NI UN MINUTO COMPAÑEROS
LEVANTAR LAS VELAS EN CONTRA DEL VIENTO


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