El 5 de
julio, tendrá lugar la audiencia preliminar de Nicola Gai y Alfredo Cospito –
anarquistas – arrestados el 14 de septiembre de 2012 acusados de ser los
responsables de las heridas al administrador delegado de Ansaldo Nucleare,
Roberto Adinolfi – diseñador y constructor de plantas de energía nuclear –
acción reivindicada por el Núcleo Olga de la Federación Anarquista
Informal/FRI.
En esa fecha
se fijarán las fechas del juicio, muy probablemente, para otoño.
En los dos
últimos meses ha circulado un primer borrador de esta propuesta. A partir de un
único –por tanto, pesado y lleno de implicaciones – episodio represivo, se ha
llegado a pensar más ampliamente en las deficiencias y perspectivas propias de
cierta área anarquista, a reflexionar sobre la necesidad de enfrentarse –no
aplastarse– a algunas cuestiones básicas como la represión, la solidaridad, las
perspectivas de lucha, dinámicas y carencias en la comunicación.
Más allá de
las contingencias nos gustaría hablar de lo que podemos sacar en positivo de la
reacción a cada episodio represivo, de lo positivo de conocer la evolución de
los medios y las estrategias de control y “prevención”, para jugar con orgullo,
de lo positivo de discutir y plantear ideas y prácticas de ataque, de positivo
de reconocerse con la cabeza alta contra un enemigo común.
Un encuentro
útil para cuantxs consideren todavía la perspectiva anarquista como una
hipótesis viva y atractiva, una maraña de pensamientos, acción y experiencia en
continua transformación: conscientes de que, cuando estas se cruzan y afinan,
conseguimos obtener niveles más altos de análisis, planificación y prácticas, que
se combinan para elevar el horizonte de lucha, para abrir destellos de luz en
este cerrado presente, para tejer nuevas telarañas de revuelta.
Somos
anarquistas y, naturalmente, alérgicxs a las cariótides de la política, también
del disfraz de “militante”, por supuesto, ajenxs a las asambleas plenarias,
estructuras de toma de decisiones centralizadoras: las tensiones individuales
siguen siendo fuertes y vitales, a la vez que nos reconocemos en una base común
construida tanto históricamente como por experiencias y sugerencias
confluentes, sin zalamerías en el espacio, sino ancladxs a un gran patrimonio
de pensamiento y de acción, ya sea el de los expropiadores e individualistas
argentinos de principios del siglo pasado, que el de los grupos de afinidad en
Cataluña en los años treinta, la Machnovcina, los arditi del popolo
(anarquistas de Italia en los años ’20), el grupo Primero de Mayo, lxs rebeldes
de Génova en el 2001, Atenas y de todas las plazas donde la gasolina ha ayudado
a quemar nuestros corazones y los uniformes de los guardias, los actuales
grupos de acción o los futuros visionarios de la subversión de un mundo al que
cada vez será más difícil adaptarse.
Sentimos que
tenemos el corazón y la cabeza del lado justo, el que reconoce las prácticas
multiformes de la lucha revolucionaria, el lado que discierne los brotes
insurreccionales de las aguas poco profundas del realismo reformista,
educacionista o asistencial que así se desarrolla, el que no abandona a lxs
compañerxs en prisión, sino que los reconoce como parte activa y viva de una
trayectoria de lucha, sin atenerse a la más mínima de las solidaridades, el que
es consciente de que cualquier tensión revolucionaria es intrínsecamente
“social” en cuanto a que interviene con sus medios y evaluaciones en la crítica
a la sociedad actual y, a la par, “antisocial” cuando las presuntas luchas
sociales se convierten en un recinto limitado y limitante para el propio
sentimiento antiautoritario.
Nos gustaría
volver a pensar en algunas cuestiones básicas: la correspondencia entre el
pensamiento y la acción, un anarquismo que sepa, si no practicar en la
totalidad de sus facetas, por lo menos, reconocer y sentir como patrimonio
propio las manifestaciones multiformes de la acción anarquista, a sabiendas de
que no hay gradualidad en las prácticas, ni jerarquías en los medios, sólo
instrumentos más o menos eficaces para elegir, dependiendo de la situación, sin
vacilación ni tabús, sobre los senderos individuales o colectivos, firmados,
anónimos, o lo que sea.
Depende de nosotrxs,
aquí y ahora, aprovechar la oportunidad para discutir, entenderse y reconocerse
como componentes activxs de una galaxia anarquista, en minoría, pero eficaz, a
veces resplandeciente en su capacidad de crear y fomentar situaciones de lucha,
a veces estéril gimnasio de crítica radical, demasiado tímida para hacer valer
la justicia de sus propios análisis.
Depende de
nosotrxs, aquí y ahora, tener bien claro si y hasta qué punto somos capaces de
meternos en el juego, conscientes de que más allá de cualquier momento de
encuentro, lxs cómplices se encuentran y reconocen en la acción, no en la
asamblea.
Solidaridad y represión
La represión
es la contrapartida natural del accionar anarquista, la solidaridad activa
debería ser un proceso natural espontáneo, pero a menudo no lo es.
Los
escenarios represivos se reproducen cíclicamente con algunas variaciones, 270,
280, asociación criminal, desvastación y saqueo, estrategias de control
preventivas (a través de órdenes de expulsión, advertencias orales, vigilancia
especial, etc.) y no es menos importante el perfeccionamiento de los regímenes
de detención, tales como las secciones de alta vigilancia destinadas a los
anarquistas con la consiguiente estrategia de separación del resto de la
población carcelaria. El Estado continúa haciendo su trabajo, más o menos,
eficientemente se defiende de los intentos, más o menos eficaces, más o menos
contundentes, de crear agitación y golpear.
Por ahora, en
el recuento vamos perdiendo ampliamente, no tanto por lxs muchxs -aunque fuera
unx solx- compañerxs en prisión, que se enfrentan a años de prisión en
nombre de la venganza del dominio, sino sobre todo vamos perdiendo cuando las
estrategias de control y represión llegan a demoler las formas básicas de
pertenencia y solidaridad dentro del movimiento, cuando cada vez es más común
que lxs refractarios se aíslen de la solidaridad y la proximidad en nombre de
oportunismos políticos y de la protección personal, incluso cuando se hace
difícil elaborar un manifiesto solidario, cuando el aliento de la revuelta que
se extiende por el mundo en lugar de inculcar la rabia, orgullo y voluntad de
acción alimenta el fuelle sin aire de corazones tímidos e incapaces de
decidirse.
Solidaridad y
complicidad a veces son palabras cargadas de consecuencias, a veces son las
lápidas que sellan una tensión muerta ya al nacer, que corre a encallarse en
las rocas de un pequeño y pragmático tráfico en nombre de una vida tranquila.
Esto no es lo
que interesa, sobre la base del realismo y de un ajuste fatalista no se
construye ninguna hipótesis digna de ser vivida, sino que se está jugando
demasiado a la baja, habría que invertir la marcha.
Seguimos
considerando a lxs compañerxs que caen en las redes del enemigo por aquello que
son, sujetos activos en la lucha y en el debate, ni mártires ni santos que
mostrar en los altares de las víctimas de la represión, consoladores más para
quienes los crean que para quienes terminan allí. Compañerxs con los que es
necesario solidarizarse activamente, sin dudarlo, mas allá de las
peculiaridades de los proyectos particulares.
Información – Contrainformación
La
circulación de contrainformación y publicidad debería ser una herramienta útil
para el contacto e intercambio de perspectivas y proyectos que, a menudo, se
convierte en un fin autorreferente y ya.
Hay varios
tipos de problemas, de las herramientas que se deciden para transmitir la
información y la comparación a las modalidades de la comunicación misma,
directa o mediada por instrumentos tipográficos o digitales. En otros tiempos,
a pesar de que la publicidad anarquista siempre ha sido abundante en la
producción de folletos, fanzines o panfletos varios, la queja más común era la
falta de información, ahora el problema parece invertirse pero los efectos son
similares, navegamos en un mar de información y de contrainformación que, a
menudo, se ve absorbida dejando las cosas como están o peor, sólo se convierte
en un fin y no en medio. También es cierto que la comunicación digital ofrece
el lado más fácil a las estrategias de control y represión, automáticamente
seguida y perpetuamente controlable, pero esto sucede con cualquier
instrumento.
La red
permite velocidad en el intercambio de información, a menudo nos proporciona
las panorámica globales y locales que deberían proporcionar información
interesante, el problema de que después no se materialicen es sólo parcialmente
culpa de las herramientas de comunicación/informática, más que nada, depende de
la incapacidad o falta de voluntad – a menudo- de encontrarse cara a cara, en
el mismo camino, en un recorrido de lucha.
Perspectivas de lucha
Acercarlas a
priori es difícil, estamos en un campo abierto y las sugerencias son muy
variadas, desde la lucha contra las nocividades a las varias formas de
enfrentarse a la erosión de los cada vez más reducidos espacios de
libertad individuales y colectivos que el dominio, en sus cíclicas
reestructuraciones continúa imponiéndonos. Lo que nos interesa en este
encuentro no es profundizar en los posibles campos de intervención, sino
continuar defendiendo la validez del método –el anarquista de la acción directa
y de la negativa a la delegación, el seguir manteniendo la confianza en las
propias herramientas y en los propios análisis, sin dejarse cegar por las
sirenas cuantitativas ni por alianzas poco probables, sin esconderse detrás de
la letanía del “somos pocos, no vamos a ninguna parte” que preferimos
reemplazar por un “aunque seamos pocxs, sabemos reconocer sin vacilar los
caminos útiles a seguir y sugerirnos mutuamente y a lxs posibles compañerxs de
viaje”. No otra cosa.
Para
concluir, la propuesta de discusión es ambiciosa y arriesgada, no queríamos que
sea precisamente el fantasma de la represión el que corte las piernas a la
posibilidad de confrontación, es más, justo son las estrategias represivas las
que disuelven las dudas y hacen percibir la necesidad. Discusión no significa
necesariamente hacer confluir todo en la forma clásica asamblearia, muchas veces
contenedor inadecuado, pero sin embargo creemos que una confrontación directa
es fundamental: la discusión podría tomar la forma de encuentros, también a
nivel local precedentes a la presencia en el juicio, que se celebrará de todas
formas, a corto plazo, en el otoño, al que se querría llegar concretando una
buena presencia solidaria.
Algunxs anarquistas
INVITAMOS A
TODXS LXS COMPAÑERXS A PARTICIPAR EN LA DISCUSIÓN QUE SE CELEBRARÁ EL
DOMINGO, 30 DE JUNIO
a las 14:00 en ROMA EN EL BENCIVENGA 15 (via Bencivenga n º 15).
a las 14:00 en ROMA EN EL BENCIVENGA 15 (via Bencivenga n º 15).
Mas info del
Caso Adinolfi: Aca
No hay comentarios.:
Publicar un comentario