(Palabras del compañero Hans Niemeyer)
La sangre de
nuestros hermanos ha vuelto a ser derramada. La noche cae
sobre la
ciudad de Santiago y la luz de mi celda está apagada, siendo
iluminada
solo por la pantalla del aparato de televisión. Me asomo por la
ventana que
da hacia el pavimento de la ciudad y sacando la cabeza trato
de mirar por
entre los barrotes hacia Pudahuel. La fábrica de opinión
pública ha
difundido en el noticiero de la noche, el rostro de nuestros
compañeros
detenidos tras un supuesto asalto frustrado a una sucursal
bancaria. Las
imágenes han mostrado el cuerpo inerte
de nuestro hermano y
a un
miserable general de carabineros felicitando al vigilante que matò a
Sebastiàn
Oversluij.
Mientras el
enemigo bala y celebra la muerte de Sebastiàn (recordemos que
TVN tituló la
noticia como “vigilante héroe”)* yo derramo lágrimas por su
vida, por sus
acciones y por su muerte. No te conocí, pero el dolo aprieta
mi corazón.
Imagino la devastación de tu familia, de tus amigos, de
quieres te
querían. Tengo la obsesión un tanto masoquista en estos casos
de compañeros
muertos –demasiados lamentablemente- de imaginar que
pensarán sus
padres y sus seres queridos. ¿Recordarán sus primeros pasos,
sus gracias
de niño, sus juegos, cuando lo llevaban a la escuela, la vez
que le contó
que una niña le gustaba? No conozco tu vida Sebastiàn, pero
lamento como
el que más tu muerte; lloro la pérdida de tu vida hermosa y
generosa en
manos de un mercenario al servicio del capital, de
inteligencia
limítrofe que vivió su niñez en los barrios alrededor de
Vivaceta,
entre criadores de caballos y el Hipódromo Chile, hasta que su
tendencia a
la psicopatía y nulas capacidades intelectuales lo hicieron
entrar a la
Escuela de suboficiales del Ejército, participar en una misión
en Haití,
hacer el curso de Protección de Personas Importantes (PPI) en
Estados
Unidos y ser mercenario en Irak.
Pero para el
sistema la muerte de Sebastiàn Oversluij significa la hora de
la juerga, de
la risa siniestra y espasmódica, de la orgía incestuosa
entre
periodistas, y policías, la fiesta de las alimañas que retorciéndose
escupen por
sus micrófonos su discurso de muerte y podredumbre, peleándose
por orinar
sobre el cadáver de Sebastiàn. ¿Tanto miedo tienen que celebran
su muerte?
¿Qué tan
seguros están del sistema y del orden social capitalista que cada
cierto tiempo
necesitan celebrar la muerte de un rebelde? ¿Qué tan seguros
se sienten en
sus puestos de jueces, fiscales, periodistas y policías –la
verdadera
escoria de la sociedad- que necesitan de las armas para
mantenerse en
el poder? ¿Tan satisfechos de sus privilegios están los
plutócratas y
los políticos de circo que necesitan cada vez más cárceles,
condenas más
largas y más control para mantener el orden social
capitalista?
Pero yo me
atrevo a vaticinar, cual anacoreta ciego que clama en el
desierto, que
el peligro está a la vuelta de la esquina. Tal vez no han
abierto las
puertas del infierno, es cierto, pero las cosas no van a
aquedar así.
Y no es solo la bravuconada impotente de un preso sepultado
bajo
toneladas de cemento y rejas. Hay una
rebelión que no ha hecho otra
cosa que
comenzar. Quien no lo e es porque no quiere, las señales están en
las calles,
en las paredes, en los baños de los liceos. Se respira en el
aire, y no
necesitas ser un meteorólogo para saber en que dirección sopla
el viento-
como dice Bob Dylan.
Acabo de
enterarme por la TV que el filósofo italiano Alfredo María
Bonanno ha
sido impedido de ingresar a Chile a dictar unas conferencias,
donde también
se proponía visitar a algunos presos en esta misma cárcel.
Pero el
sistema teme a las ideas que se hacen carne, que se materializan
en acciones
concretas, por eso las prohíbe, las censura, las proscribe y
las
personifica como su nuevo enemigo interno a vencer, a saber, el
anarquismo
insurreccional. Sin embargo, a la expulsión de Bonanno deben
ser sumados
otros elementos que demuestran como las distintas facciones
del poder se
alinean contra el nuevo enemigo interno, lo que se ve
claramente en
la acción de la justicia penal y en la generación del nuevo
instrumental
jurídico para combatir la protesta callejera: la ley anti
encapuchados
y la ley de control preventivo de identidad.
A riesgo de
ser autorreferente permítanme citar unos párrafos de la
sentencia de
la Corte de Apelaciones en que se
ratifica la condena en mi
contra por
porte de artefacto explosivo y daños a una sucursal bancaria
del BCI el 30
de Noviembre de 2011, de 5 años de prisión más 300 días sin
derecho a
libertad vigilada. En dicha sentencia de la Quinta Sala de la
Corte de
Apelaciones, integrada por los ministros Jorge Dahm Oyarzún,
María Rosa
Kittsteiner Gentile y el abogado integrante Ángel Cruchaga
Gandarillas
(levemente aristócrata), señalan argumentos que resultan ser
una verdadera
joya del derecho penal burgués y de la restitución en la
práctica del
delito ideológico en Chile. Dicen sus ilustrísimas y
putrefactas
señorías:
“Y si bien es posible considerar que los
móviles que llevan al
imputado a
obrar de esta manera, obedece a sus convicciones íntimas,
que por muy
equivocadas que estén obra en consecuencia de ellas, su
conducta
posterior demuestra que no hace ningún intento por revisarlas
o a lo menos
para insertar su conducta en el medio social donde
pertenece. Lo
anterior queda demostrado con su actitud de no
comparecer
ante la autoridad luego de que le fuera revocada la
libertad
provisional, conducta que no solo llegó a este punto sino,
que además
emitió mensajes a la sociedad desafiando abiertamente al
sistema
judicial desde que da entrevistas a medios de comunicación,
explicando el
motivo de sus rebeldía y persistencia en su conducta
antijurídica”.
Y más
adelante, el redactor, el Sr. Dahm señala: “….es necesario contar
con una
mínima colaboración y voluntad del sentenciado en orden a que
comprenda la
necesidad de acatar normas básicas de convivencia en el grupo
social, y si
sus ideas chocan con las de la sociedad en general,
manifieste sus
disconformidad mediante actos que no vulneren a lo menos
físicamente a
los demás”.
El ministro
Dahm llega a ser risible en su desfachatez al hablar de los
actos que no
vulneren al menos físicamente a los demás. ¿Y dónde queda la
sangre de los
nuestros? ¿Dónde quedan los millones de explotados de esta
sociedad
capitalista brutal, donde ni siquiera hay derecho a una vida
digna? ¿Dònde
quedan los estudiantes golpeados por la policía, los
torturados en las cárceles, el pueblo en Aysén y
Freirina baleado a
quemarropa?
¿Y dónde quedó la justicia Sr. Dahm, para Matías Catrileo,
Jaime Mendoza
Collìo, Alex Lemùn todos ellos asesinados en democracia?
¿Cuántos
policías han estado siquiera un día en la cárcel por estos
asesinatos?
No me vengan a hablar de justicia ni a dar lecciones de moral
los
administradores momificados de esta pantomima y esta mascarada. Sus
palabras no
son más que una cáscara vacía.
Quisiera
finalizar estas palabras diciendo que me adhiero al ayuno
solidario que
desarrollaremos en la Cárcel de Alta Seguridad (CAS) el
colectivo de
prisioneros subversivos en apoyo a Mónica Caballero y
Francisco
Solar Domínguez, encarcelados por el estado español.
Personalmente,
cuando fui detenido recibí un gesto de solidaridad de parte
de
Francisco y hoy no tengo más que esta
huelga de hambre como gesto
solidario
para que atraviese el mar y llegue hasta las siniestras y frías
celdas del
régimen FIES para decirles que no están solos.
A mi ayuno
donde solo consumiré líquidos quiero agregar mi solidaridad a
los amigos y
familiares de Sebastián Oversluij por su vil asesinato por
parte de un
mercenario y celebrado de manera canallesca por la prensa y la
policía.
Hago un
llamado a realizar gestos concretos de solidaridad con Mónica y
Francisco, a
repudiar con fuerza el asesinato de Sebastiàn Oversluij y a
prologar la
agitación rebelde hasta la conmemoración de los 6 años del
asesinato de
Matías Catrileo en el Wallmapu.
¡Sebastian Oversluij presente, tu
muerte no Serra en vano!
¡Solidaridad con Francisco y Mónica,
prisioneros en España!
¡Sebastiàn y Matías, que vuestra
sangre derramada sea semilla de rebelión!
Hans Felipe Niemeyer Salinas
3 º piso
Modulo H Norte
Cárcel de
Alta Seguridad (CAS).
12 de
Diciembre 2013
Santiago de
Chile, Sudamérika.
*No es la primera
vez que TVN se autoproclama como enemigo abierto. Ya en
el “Informe
Especial” que siguió a la Operación Salamandra de la Fiscalía
Metropolitana
Sur, TVN operó como vocero de la fiscalía.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario