A todos los
compañeros y las compañeras:
No me
extenderé recapitulando las etapas obligadas que los siervos del poder deben
respetar cuando un fiscal cualquiera les ordena arrestar a un(a) rebelde. Su
deber lo realizan a la perfección por todos los medios, pero haciéndose cada
vez más previsibles, banales y cualquier cosa menos originales, con una
puntualidad cíclica de la represión que no intimida a ningún(a) anarquista.
Así, desde el
miércoles 13 de junio de 2012, estoy reclusa en la prisión de “Don Bosco”,
Pisa, junto a mi compañero Stefano: nos separa un puñado de hierro y cemento.
El
“aislamiento judicial”, como viene elegantemente definido en los códigos y
leyes repudiados por mí, quiebra cada vez que, a pesar de la censura del
correo, recibo palabras ardientes de afecto y solidaridad a cuyxs autorxs les
doy las gracias. Palabras recibidas después de diez días de silencio total,
planificado por quienes ven vacilar su propio poder en ellos mismos: ¡soy la
confirmación de que ni un(a) prisionerx dignx está solx!
¿Qué decir
sobre los cargos? El trillado y gastado 270bis se convierte en protagonista de
una nueva incursión antianarquista con la esperanza de reprimir definitivamente
años de lucha a nivel internacional. Tenemos todxs claro que tal esperanza es
pura ilusión en las mentes retorcidas de nuestros torturadores tal y como han
demostrado decenas de historias en las sucesivas noches iluminadas.
Mi defensa
legal será meramente técnica y limitada a negar esos fantasiosos castillos
imaginarios fruto del arduo trabajo de quien contribuyó a escribir las 227
páginas de la orden de prisión preventiva, haciendo alarde de poca destreza con
las transcripciones de escuchas ambientales, incluso divertidas. ¿Me quieren
condenar por anarquista? ¡Que lo hagan, pues! ¿Sus señorías perciben mi
existencia como un obstáculo en el camino de su Estado democrático de derecho?
¡Para mí, no será más que un honor!
Yo estoy
bien, con la mente volando más alto que estos muros y estos barrotes, yendo a
abrazar a todxs aquellxs que, dentro y fuera de las prisiones del mundo entero,
se alejan con dignidad de cualquier forma de poder.
Sobre todo,
entra en las celdas de nuestrxs hermanxs y compas de lucha Marco Camenisch y
Gabriel Pombo da Silva que, tras 20 años de encarcelamiento, se encuentra de
nuevo enfrentándose a golpes bajos por no haberse arrodillado nunca ante quien
siempre quiso aniquilarlo.
Entra en las
celdas de lxs compas de la Conspiración de Células del Fuego en Grecia, en la
chilena del hermano Tortuga y en las de mis coacusadxs encerradxs en varias
prisiones italianas. A todxs ellxs, un abrazo lleno de amor y fuerza.
A aquellxs
que me muestran toda su solidaridad, de la forma que sea, gracias y un abrazo
rebelde lleno de anarquía.
Pisa, 9 de
julio de 2012
Elisa Di Bernardo
Prisionera política anarquista y vegana.
Prisionera política anarquista y vegana.
Cárcel “Don
Bosco”
Via Don Bosco, 43
56127 Pisa (por ahora…)
Via Don Bosco, 43
56127 Pisa (por ahora…)
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