jueves, noviembre 21, 2013

Una mosca negra


Reflexiones sobre las detenciones de 5 anarquistas en Barcelona


«Ciertamente que una cadena
invisible e ideal unía sus espíritus
soñadores de una luminosa paz y justicia;
y despertaron de su bellísimo sueño con las
esposas en las muñecas y amontonados
como fieras peligrosas entre los hierros
de esta jaula que los encierra.»
La anarquía ante los tribunales, Pietro Gori


A esta altura todos los compañeros estarán al tanto de la detención de los
5 anarquistas el pasado 13 de noviembre en Barcelona, los cuales fueron
trasladados a Madrid donde pasaron 5 días en aislamiento e incomunicación
acusados por delitos de terrorismo. Y también que 3 de ellos (Gerardo,
Yune y Valeria) están en libertad condicional y los otros (Francisco y
Mónica) en prisión preventiva.

Las acusaciones
Los 5 están acusadas de pertenencia a «organización terrorista», estragos
consumados y estragos en tentativa.
La Ley Antiterrorista española, la más dura de Europa, necesita para
juzgar la existencia de una «organización» cuya simple existencia eleva
desproporcionadamente las penas y por lo que la prensa y la acusación
(policía y fiscalía) indican se han sacado de la manga la existencia ésta,
utilizando el nombre de una coordinación cualquiera (en este caso GAC,
según la prensa) y atribuyéndole a ésta intenciones que nada tienen que
ver con la de una coordinadora anarquista, recordándonos en todo momento
al absurdo proceso del fiscal Marini conocido como «Montaje Marini» el
cual se basaba también de la existencia de una sigla, ORAI, que no era
nada más ni nada menos que la sigla de un título de un texto llamado
«Nueva vuelta de tuerca del capitalismo» de Alfredo Bonanno. Pese a las
sutiles diferencias y que en el caso de las recientes detenciones no
sabemos mucho a causa del secreto de sumario de la causa porque la
investigación sigue en pie, guardan muchas similitudes.

Los medios
Desde un primer momento la prensa a tenido un papel inquisitorial. Quizás
lo que más extrañó a algunos fue el papel principal en esto del periódico
El País, ya que su discurso desencajaba con el trato que este periódico da
a otros temas o que pese a su tendencia (supuestamente no-fascista) se vea
en parte superada. Pero no es de extrañar. Toda la prensa defiende unos
intereses, los de la democracia y el Capital. Y que las noticias de este
periódico, así como sus marcados acentos (sobre todo en el «origen
extranjero» de todos los detenidos), nos sorprenda no es nada más que un
toque de atención para todos y todas aquellas que ingenuamente creían que
en un momento dado la prensa del Capital «se puede utilizar a nuestro
favor».

Las tácticas
Cuando hablamos de represión mediática y policial no nos referimos a que a
veces la prensa actúa de manera «policial» o que la policía se aprovecha
de su influencia en la prensa por medio de «exclusivas y primicias».
Hablamos de eso, también, pero de una forma nada parcial, excepcional o
aislada: la prensa apunta y la policía dispara, pero a las armas no las
carga el diablo sino la prensa y la policía al unísono. En estos días la
expresión «cargar la tinta» a cobrado mucho sentido.
Para esto no hay más que ver la continuación de las noticias que la prensa
de todo el Estado viene dando en el último año y medio (hay un apunte
parcial en el texto «Preparando el terreno» aparecido en el periódico
anarquista Aversión número 8 -mayo 2013- [ver en web:
del 13 de noviembre no son más que la cúspide. ¿O serán el principio?

Las finalidades
La intención del Poder es bastante evidente, por lo menos para los
anarquistas más cercanas a las detenidas y detenidos: aterrorizar. Más
allá de las acusaciones concretas, los seguimientos y las detenciones, la
desproporción de los medios (policiales y mediáticos) no dejan lugar a
dudas. Fuerzas especiales armadas hasta los dientes para detener a dos
parejas que se encontraban durmiendo en la cama y otra chica que volvía en
bicicleta a su casa; equipos TEDAX que buscaban explosivos y que no
encontraron más que unas cerillas; una Brigada de Información que no sabía
ni lo que buscaba, aunque cualquier cosa, desde unas gafas de sol hasta un
cartel de la Mostra del Llibre Anarquista sirvieron de pruebas; decenas de
antidisturbios cerrando la zona y controlando a las detenidas y detenidos.
Luego, el trato mediático con imágenes de las detenciones difundidas desde
primera hora, los rostros y nombres completos de los detenidos (pese a que
ni están condenados y algunos ni siquiera estaban investigados). Así como
la sombra de la Audiencia Nacional y todo lo que ella representa (la
distancia de los seres cercanos y queridos, prolongadas detenciones,
historias de torturas en el imaginario colectivo, etcétera). En fin, crear
una paralización e insolidaridad.
Pese a todo esto, desde un primer momento, compañeras y amigas de los y
las detenidas no perdieron tiempo y de manera ejemplar, se organizaron par
al menos dar una respuesta solidaria hacia las detenidas, que es lo que
más fuerza y ánimos da en esos momentos tan duros de aislamiento. El saber
que las de fuera no sucumben al chantaje y el miedo es la forma más dulce
de soportar el aislamiento y el encierro.
Actualmente Cariñoso y Mónica están dentro. Según sabemos con ánimos y
fuerza. Lo mismo los que están fuera, que pese a estar en la calle se
enfrentan a duras acusaciones. Lo importante, para todos y todas es
mantener la calma. La represión no es algo que aparece y desaparece, que
se manifiesta solamente cuando saca sus colmillos, sino que es algo que
siempre está ahí. Es su sombra, su fantasma la que crea el miedo y no sólo
su materialización. Esta situación pone en evidencia una cosa: la anarquía
no es un juego. El Poder lo sabe. La posibilidad de autorganización más
allá de las redes del Dominio y de la representación, la necesidad de
subvertir los conceptos y las normas, con ideas y con prácticas, más allá
de todas las fantasías que de un lado y otro de la barricada florecen, más
allá de sobredimensionar las capacidades tanto nuestras como suyas.
Hay una cosa que es real y es que dos compañeros están dentro, otras tres
en condicional con restricciones varias. Eso hay que tenerlo en cuenta y
es serio, pero más importante es asumir que la acusación de terrorismo
pende sobre todas nuestras cabezas. Cualquier forma de disidencia,
cualquier acto que desafíe o subvierta la paz social se enfrenta a esta
acusación, la brujería del siglo XXI. No olvidemos lo que el  escritor
irlandés George Bernard Shaw decía hace unos cien años: «Mientras existan
las cárceles poco importa quién está adentro y quién está afuera». Lo
mismo sucede con la acusación de terrorismo, mientras alguien esté acusado
de ella, poco importa quien sea.
¡Solidaridad con las represaliadas, en especia con las que se encuentran
encerradas!

Barcelona, 21 de noviembre de 2013

Para escribir a las compas presas:

Francisco Javier Solar Domínguez
C.P MADRID IV, NAVALCARNERO
Ctra. N-V, km. 27.7, C. P: 28600.
Madrid


Mónica Andrea Caballero
C.P MADRID VII, ESTREMERA

Ctra. M-241 KM 5.750, C. P: 28595

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