Christos
Tsakalos ha sido condenado a 7 años por “participación en una organización
terrorista” y publicó la siguiente declaración:
Declaración de Christos Tsakalos
respecto al juicio contra la CCF:
Ayer,
mientras estaba sentado charlando con mis compañeros aquí en la cárcel de
Koridallos donde me encuentro encerrado, me enteré de la condena que los
juzgados me habían impuesto por el caso de Halandri.
Fue el fin de
una actuación policial-judicial que terminó sin nuestra presencia ahí, puesto
que ya hace semanas nos habíamos alejado del juicio, ofendiendo a sus leyes,
injuriando a su Poder, escupiendo a su justicia y rechazando a sus
circunstancias atenuantes.
Apenas me he
enterado de las condenas, empezaron las “mofas” compañeristas. La razón es
sencilla. ¡Los juzgados y sus marionetas separaron nuestras sentencias,
condenado a mis tres compañeros a 34 años de cárcel cada uno, mientras que a mi
me infligieron apenas 7 años!
Naturalmente,
el clero judicial me puso una condena “suave” no porque a pesar de verme con un
anhelo abrasador la unidad antiterrorista no logró localizarme en el caso
Halandri, sino debido a la certeza sobre una más grave condena de muchos años
que guardan reservada para mi en los juicios siguientes. Todxs saben que mi
nombre está en todas las actas de acusación que conciernen a la Conspiración de
Células del Fuego (y desde luego en algunas de ellas me atribuyen el papel del
“dirigente”, así sobrepasando los límites de la ridiculez), mientras que
también las autoridades italianas habían abierto un proceso penal contra mi
persona.
Pero a mí
nunca me ha importado la vacía elocuencia del lenguaje legal, ni tampoco el
discurso democrático de la justicia con sus presunciones de inocencia y pruebas
de evidencia.
Sigo siendo
enemigo frente a la peste negra de la justicia y sus funcionarios.
Por esto,
cuando hace cuatro inviernos fueron sacadas las primeras órdenes de busca y
captura por la CCF, no vacilé ni por un momento. Los diarios y la tele me
presentaban como “jefe” y “fundador” de la CCF, pero la unidad antiterrorista
no pudo encontrar las pruebas para emitir orden de captura contra mi persona.
A pesar de
esto pasé directamente las puertas de la clandestinidad anarquista y me junté
con mis hermanos que estaban en busca y captura.
Igual entre
iguales, amigo entre amigxs, compañero entre compañerxs…
Porque
ninguna orden de captura y ninguna cárcel son capaces de separar a lxs que
desafían al Poder, que hacen que el orden salte por los aires con una
interminable poesía de la dinamita y que tienen el fuego por compañero.
De este modo
tampoco ahora acepto a que se nos separe jurídicamente y les tiro en la cara de
los jueces esa “suave” condena mía.
Repugno a su
decencia hipócrita y guardo abiertas mis cuentas con la mafia judicial.
Además, mi
libertad no la regateo en las salas judiciales del enemigo. La libertad es una
causa estrictamente personal por la cual unx no mendiga sino la conquista. Día
por día, pensamiento por pensamiento, gesto por gesto, sonrisa por sonrisa,
ataque por ataque.
Sigo siendo
un no arrepentido anarquista de praxis, nihilista en contra de la tranquilidad
social y guerrillero urbano de la Conspiración de Células del Fuego para
siempre.
Por lo tanto
anulo la verdad jurídica y la palabra de la ley, siguiendo la verdad que yo
elegí de creer y luchar por mi propia verdad, la de la insurrección permanente
anarquista y de la nueva guerrilla urbana anarquista. Ahí donde todo es
posible.
Christos Tsakalos
Miembro de la Conspiración de Células del Fuego
Federación Anarquista Informal (FAI-FRI)
2/10/2010, Koridallos.
Miembro de la Conspiración de Células del Fuego
Federación Anarquista Informal (FAI-FRI)
2/10/2010, Koridallos.
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