«Don Pedro»
(Un estoico auténtico)
Don Pedro era
(y quizás lo sigue siendo) un «verdadero Estoico», un ser «Único» y «Egoista»
que acabó en prisión por matar o apuñalar a alguien (núnca he podido averiguar
del todo éste capitulo de su vida)…
Lo conocí en
el «Departamento Especial» (módulo FIES) de «El Acebuche», en Almería.
Físicamente era un personaje que encajaba perfectamente ese esteoretipo que
todxs tenemos de Don Quijote: relativamente alto, delgado, sobre los cincuenta
años; con una
perilla puntiaguda grisácea y el pelo corto…
perilla puntiaguda grisácea y el pelo corto…
Caminaba muy
erguido; exageramente mayestático; pero lo más llamativo era su tono de voz y
manera de expresarse. Hablaba muy despacio y seleccionaba concienciudamente
cada palabra mientras le clavaba a uno su mirada (que oscilaba entre arrogancia
e ironía) intentando descubrir si su interlocudor era digno de su tiempo y
comprendía aquello que él intentaba expresar…
Se decía de
él que habia sido Profesor de Literatura (lo cual es algo bastante plausible)
en algún Instituto de Valencia. El motivo porque acabó en FIES no fué,
ciertamente, por participar en protestas, motines o fugas… Eso iría en contra
de sus «valores» y «principios filosóficos»; no en vano y además de
considerarse un «Verdadero Nietzschiano» presumía de su misantropía…
No, Don Pedro
le quito un ojo a un carcelero cuando éste metió el mismo en «el chivato» de la
puerta para ver lo que se encontraba haciendo en la celda… A partir de éste
incidente la existencia de Don Pedro fue un larguísimo peregrinaje por las
cárceles especiales de la democracia hispánica…
Obvio es
decir que él no se «rebajaba» a «denunciar» las innumerables veces de las que
fue objeto de palizas y torturas por parte de los carceleros.
Pese a que
nosotros (los FIES) nos solíamos reír de él (o más que de él de su «filosofía
de vida») nos caía «simpático» por su «particularidad» y porque su odio hacia
los carceleros era real y siempre que le daban la oportunidad buscaba la
confrontación con ellos.
A Don Pedro
le gustaba conversar conmigo… no acababa de comprender como «alguien como yo»
(estudiante de Filosofía con un gran conocimiento de/sobre las obras de
Nietzsche) pudiese «ser Marxista» (él no acababa de comprender las diferencias
entre Anarquismo y Comunismo; y menos aún el Comunismo Anárquico) y «abrazar
ilusiones metafísicas»…
Y así
matabamos el tiempo: unas veces hablabamos (filosofabamos?) de los filósofos de
Mileto, de Diogenes Laercio, de Sócrates-Platón-Aristóteles para terminar con
su Maestro, Nietzsche y su obra favorita: «Asi habló Zaratustra»…
En ocasiones
me tumbo en la cama con la vista clavada en el techo y me imagino que diría Don
Pedro sobre esta fusión filosófica de su maestro con una «ideología» politica
como el Nihilismo… y me río…
¡¡Don Pedro;
un «Super-Hombre» estoico y misantropo tan coherente consigo mismo que se negó
a dejar ningún tipo de «trascendencia» que le sobreviviese. Enemigo de la
humanidad y el humanismo; egoísta y único, que nadie que no lo haya conocido en
persona sabe de su existencia y de su obra materializada en sí mismo: en su
ética…!!
Y para él
todo se reducía a esto: el «super-hombre» era su ética y su moral; su actitud
ante y frente a la adversidad y el existente: sin pena ni gloria…
Porque,
evidentemente, si no hay ética y moral (que en suma es una forma de concebirse
uno a si mismo y actuar en consecuencia) lo mismo da que da lo mismo y
entraríamos en un «relativismo» que nada tiene que ver con la corriente
filosófica del estoicismo moderno.
Me lo imagino
todo erguido diciendo: esos son «charlatanes», «Don Pombo», charlatanes…!!
Cabe decir
qué Don Pedro trataba a quienes respetaba de Don y al resto de «tu»… Este era
(y/o es) un verdadero Estoico: Don Pedro…
Gabriel,
Principios de Septiembre 2012,
Aachen.
Principios de Septiembre 2012,
Aachen.
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