lunes, marzo 19, 2012

Gustavo Rodríguez – A propósito de cautelosos anonimatos y reducciones a la mínima expresión

Respuesta a las elucubraciones de Último Reducto y Anónimos con cautela

He leído detenidamente las presuntas “críticas” [es- https://iconoclasta.noblogs.org/?p=203]a ITS y, realmente, la única medianamente “coherente”, es la de Último Reducto (UR). Si bien es cierto que se constata cierta distancia entre la paranoia delirante de los “saboteadores.info” y estas observaciones pretendidamente bien fundamentadas, en definitiva, todo se reduce a la muy particular interpretación de un “grupo” de dilentantes abismalmente alejados de los planteamientos anárquicos y, sobre todo, de la práctica antidominación. Desde luego, me estoy refiriendo únicamente a las anotaciones de UR. El “texto” de Anónimos con cautela, a todas luces, no es sino un refrito, bastante mal redactado ( y para colmo, criticando la ortografía de ITS con faltas de ortografía), de lo planteado por UR. Sin embargo, vale la pena acotar un par de consideraciones antes de entrar a analizar “a fondo” los “señalamientos” de UR.

En primer lugar, coincido enteramente con las observaciones en torno a la redacción de los comunicados en todo lo referente a la ortografía, la sintaxis, estilo, etc. Precisamente, sobre este tema han estado encaminadas siempre mis observaciones, no sólo a ITS, sino a las CARI-PGG, al FLT, a AAA y a casi todos los grupos de acción de México. Así mismo, he hecho puntual hincapié en la necesidad de replantearse la utilidad de dichos comunicados. Ojo: no estoy cuestionando la utilidad o no de la reivindicación de las acciones que, sin dudas, es harina de otro costal y asunto a tratar teniendo en cuenta las particularidades de cada región o país y los objetivos de cada grupo. Me refiero, específicamente, al sentido mismo de la “propaganda por los hechos”. Sin que quepan dos opiniones al respecto, esta frase es un concepto en sí misma y no deja lugar a dudas a lo que se refiere. Es decir, a hacer “propaganda” a través de las acciones o sea, que las acciones hablen por sí mismas o, lo que es lo mismo, que no necesiten “ser explicadas” con largos comunicados que, si no se cuida su redacción, pueden terminar confundiendo –y no me refiero solamente a la generalmente alienada “opinión pública”, sino que muchas veces puede llegar a ser confuso hasta para l@s afines interesad@s en llevar las ideas a la práctica–, por eso, consideramos que las reivindicaciones deben “limitarse” a expresar su solidaridad con l@s compas pres@s y/o a señalar directamente al enemigo y los motivos por los que fue seleccionado tal o cual objetivo, así como la rúbrica asumiendo la responsabilidad del ataque. No más.

Pero, más allá, de la repulsiva tónica (con ínfulas de “especialistas”) con que “dictan pauta” los integrantes de UR, de su pretensiones “académicas” y de su trasnochada soberbia “freudiana”, lo que nos dejan ver a simple vista es su gigantesca ignorancia, recordándonos aquél viejo proverbio de “dime de lo que presumes y te diré de qué careces”. Todas sus

disquisiciones” se van de bruces cuando concluyen (por sus santos huevos) que el “anarquismo es de izquierda” sin más elucubraciones que las que les dicta sus estrechas entendederas de “cerebros privilegiados”. Lo innegable, en todo este “incidente” es la necesidad de reafirmación de principios de nuestra parte y la premura en abandonar “todo lo ajeno”. No sólo hay que marcar distancia con el liberalismo izquierdista y socialdemócrata sino también con el leninismo y con toda esta bazofia neofascista al estilo UR. Es un secreto a voces los acomodos del fascismo postmoderno en torno a la “ecología radical”, las propuestas anticivilzatorias y la praxis anti-industrial, así que no deben sorprendernos estos ataques de los nuevos “super hombres” contra los “descerebrados” antiautoritarios.

Resumiendo, dedicarle tiempo a estas desvirtuaciones (sean izquierdistas, leninistas, liberales o nuevos fascios), es derrochar un recurso irrecuperable en la lucha contra todo lo existe. Entonces, empleemos nuestro tiempo en la extensión de la lucha por la liberación total y dejemos de preocuparnos por los continuos ladridos que desata nuestra consecuente cabalgata. Indiscutiblemente, lo que no podrán cuestionar es la excelente sintaxis y la puntual ortografía con que hoy detonan las bombas de los grupos informales de acción antiautoritaria alrededor del mundo. Lo que opine “Anónimos con cautela” (con demasiada cautela), “Último Reducto”, “Saboteamos.info”, “Noticias de la Rebelión” o cualquier otra micro secta ajena a la práctica anárquica, debe tenernos sin cuidado.

Gustavo Rodríguez

San Luis Potosí, 22 de enero de 2012

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