Nota publicada en
Refractario: Alejandro Astorga permanece en prisión desde el 17 de
Junio del 2013 acusado de una serie de asaltos a bancos. Alejandro, activo
internacionalista fue ex miembro del MIR (en Chile) y del MRTA (en
Peru) conoció las cárceles peruanas durante 12 años (de
1993-2005) condenado por acciones político-militares contra el instituto
norteamericano en Lima. Actualmente permanece en
la Sección de Máxima Seguridad de la Cárcel de
Alta Seguridad en prisión preventiva. (Mas info aca)
Desde la sección
Hoy, a pocos días de comenzar la parodia de juicio de los
compañeros acusados de participar en el asalto al banco Security no se necesita
ser pitoniso para tener una evaluación negativa ante la actitud permanente de
carácter prevaricadora del poder judicial; una fiscalía que invita al
error y al exceso e incita constantemente a violar los derechos de
imputados en comisarías y pisotear su propia constitucionalidad; un estado
complaciente con el abuso de poder y ferozmente represivo, expresado en cada
tiroteo y persecución emprendida por pasajes y techos de barrios periféricos,
avenidas y parques de sectores acomodados del territorio nacional; más la
necesidad urgente de enviar una señal a quienes osen escribir un párrafo de
historia practica o se nieguen a aceptar sumisamente su destino planificado por
el mercado y el capital
En este proceso no se ha buscado dilucidar sino lapidar,
pues las características que entraña en cuanto a irregularidades, plazos
largamente desbordados transgrediendo la legislación interna y la normativa
internacional, lo ha convertido en un caso al que habrá que prestarle máxima
atención y seguimiento pues se debe ir descifrando los capítulos de esta
crónica de una sentencia previa, porque no queremos a nuestros compañeros
condenados a altas penas por necesidades gubernamentales ni presiones
institucionales.
Si bien es cierto el castigo corporal como pena en cuanto a
laceraciones, mutilaciones y la lenta tortura hasta llegar a la muerte del
condenado en espacios públicos, con alegórica escenografía en el ejercicio
cotidiano de administración de justicia entre medievales diatribas con el claro
objeto de amedrentar o hacer desistir la comisión de cierto tipo de
actividades, sobre todo las de carácter político-social-revolucionario, imperios,
estados o clase dominante no han titubeado jamás en utilizar la ley, la espada,
la cruz, la bota, la tortura, la traición, el genocidio, la cárcel y todo
tipo de vejámenes impunemente bajo el manto de una cucufata y protectora moral
que al menor atisbo de critica y/o cuestionamiento al principio de propiedad
privada desatan el tintinar de sables y las orugas metálicas estrían las calles
de la ciudad.
La acción o la actitud irreverente frente al poder, la lucha
primigenia de habitantes ancestrales, la resistencia permanente de una
generación tras otra, los ha llevado a desacreditar al actor de cambio
revolucionario y sus esfuerzos de libertad e independencia a través de una
variopinta evolución léxica y las más duras condiciones de reclusión en el
intento de domesticar a los irreductibles… “Uno debe tener el consuelo de un
ideal para sobrevivir a las fuerzas diseñadas para aplastar al prisionero” (Emma
Goldman)
En la historia, científicos, filósofos, libre pensadores,
luchadores sociales y revolucionarios han sido descalificados desde el poder
con el afán de mitigar su convocatoria y credibilidad denominándolos impuros,
pecadores, bandidos, contrabandistas, tupacamaristas, kataristas, rebeldes,
aventureros, barbudos, guerrilleros, comunistas, inadaptados, socialistas,
resentidos, delincuentes, terroristas, encapuchados, anarquistas…. etc.
Si ayer el perfil de estos orates justicieros convocados por
el análisis y la necesidad a cambiarlo todo radicalmente, decía que eran
obreros y campesinos explotados y querían el poder, hoy el sujeto a perseguir
cambió: está en las aulas, en las calles de la ciudad y el indígena en el
campo… Y son los peores, no quieren el poder y sueñan con lo imposible.
Freddy, Juan, Marcelo, mi cariño, mi abrazo y mi fuerza.
Alejandro Astorga Valdés
Sección de Máxima Seguridad-Cárcel de Alta Seguridad.
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