Editorial.
Lo que
tenemos es esto, no mas ni menos.
Es lo que
hacemos, lo que somos.
Es el
presente, nuestro plano de acción.
Tratamos
siempre de hablar hasta donde consideramos prudente,
auto-limitandonos
por decirlo de alguna manera, en donde creemos se
hallan los
limites de una revista. que pese al carácter y contenido,
en el cual
encaramos los temas sobre lo que nos mueve el interés: el
conflicto, la
anarquía; preferimos no caer en «boquear por boquear»,
mas que nada
por considerar que hay discusiones que se deben plantear
desde el
conflicto mismo, y no desde lo que podría ser tranquilamente
la comodidad
de un procesador de textos. hecho que queda en
consideración
por parte de quien escribe, quien lee, quien se
posiciona
refractario del poder.
Para
respetarnos, que es respetar a los nuestrxs, a nuestrxs muertos
que le dan
calor a nuestra memoria, un arma mas para empuñar contra
este
presente. hoy mas que nunca ,cargada.
Sabemos, hay
quienes toman de algunas situaciones un icono mas para
rezar sus
cánticos revolucionarios, es de saberse que hay quienes en
su rebeldía
cristiana no buscan mas que muertos a quienes pedir
milagros y
presos a quienes asistir.
Sentimos
lamentable que conozcamos a muchxs compañerxs luego de
muertxs o
apresadxs. Lo lamentamos y lo entendemos, pues son aspectos
de la guerra
que pretendemos librar contra lo impuesto, contra el
dominio.
Ademas de que las instancias en que se combate contra el
enemigo
generalmente son anónimas, rompiendo con el esquema del
combate habitual
y posibilitando infinidad de formas de ataque.
Ante todo
esto, las palabras fuertes, esta lo humano y animal que
nace y muere.
Creyendo en una idea o sentimiento para algunxs noble y
fiero.
Hoy es
Sebastian, un poco antes el Mauri, Zoe, ...antes muchos otrxs
nombres
cargados de vidas y experiencias que brillan con el mismo
color del
llevar en la praxis aquello que se dice, aun frente al
peligro, aun
frente a los temores, aun frente a la condena, aun frente
a la muerte.
Y nuestra
memoria arde, hoy en carne viva nuevamente, buscando sobre todo
que todo esto
no muera en el lamento ni en las
palabras, ni en el papel
ni en la
canción, ni en el miedo.
Que el
presente sacude, y las noticias aveces nos llenan de una
mezcla de
rabia y orgullo, de impotencia, de fuerza...y de unas ganas
inmensas e
incontenibles de ser mas que un dolor de cabeza para lxs
que
suministran la miseria en lo cotidiano, de ser esa amenaza de la
que muchas
veces arrogantes hablan nuestras palabras, mas cargadas de
ganas que de
realidad...
Pero para
contrarrestar quizá lo que se habla por demás esta el hecho
que supera lo
escrito y que parte como rayo la calma nocturna, y que
da cuerpo a
lo que tanto se ha hablado.
Al menos,
como un rayo, fugaz.
Al menos,
como tormenta eléctrica y violenta , mas
duradera aun,
trayendo la
frescura y renovando las ganas a lxs que insistimos con
que no hay
mas camino que la destrucción de las estructuras con las
que el
dominio se arraiga a nuestras composiciones.
Y hay que ser
demoledoramente sincerxs para ir hacia adelante, no
queda otra.
Destruir una y otra vez en nuestras formas. desechar lo
que no
contribuye aun ante nuestras afirmaciones pasadas. No por
arrepentimiento,
sino porque la anarquía es una idea viva, viva
búsqueda por
hacerse material, fruto de los mas diversos intentos,
errores,
perseverancia terca y obstinada.
Aquí vamos a
enfatizar la cuestión «local», por ser
lo que mas
conocemos, y
por supuesto, desde donde pretendemos nutrir nuestros
debates en
torno a lo anarquico.
Como dicen
algunxs, queda mucha tela que cortar, en cuanto a las
practicas, y
mas que nada en lo que abunda naturalmente, que es el
decir.
Que las
palabras pueden ser palabras, pero el decir revolucionario
conlleva un
peso que no puede alivianarse así como así para que
algunxs con
la lengua mas larga que sus brazos jueguen a hacer rimas.
Preferible es
el silencio a esto que mas se acerca a una broma mal
contada, por
estxs que sin reparo se declaran en guerra contra el
sistema, que
charlan por medios no convencionales como redes sociales
sobre
batallitas, decoradas con el calificativo de «ajusticiamientos»,
«acción
directa» y demás recursos mas cercanos a lo literario que de
lo practico.
Creemos hace
falta una vez mas ser sincerxs, que no necesariamente
se refiere a
detenerse o rumbear para otros destinos. No
necesariamente
decimos, pues es preciso ajustarnos a nuestras ganas,
anhelos,
posibilidades y creatividad como pilares para disparar los
efectos de lo
que la esencia revolucionaria proclama. Salirse de
todos los
surcos, dejar el sumar por sumar y el decir solo por
adherirse a
los eventos que la actualidad pone sobre la mesa.
Corren
tiempos difíciles, los perros están ladrando y creemos que en
señal de que
cabalgamos. Pero sin creernos las falsas victorias que
algunxs
pregonan desde vaya a saber que lugar espectador, ni la
derrota de
lxs que emigraron hacia paramos mas moderados.
Todo es
construcción, y destrucción a su paso claro.
Cuesta dar
forma a el torbellino que gira en nuestras cabezas
plagadas de
matices y altibajos, de sentires y de deseos.
De ganas,sin
duda.
Por ello
consideramos siempre revisar nuestras conductas para no
caer en
relajos, y a su vez tener en cuenta que hay mucho de nuestra
historia
cercana que podemos tomar y enriquecer nuestro presente de
lucha.
Para que
nuestrxs presxs no perezcan en el olvido y abandono
asistencialista,
y nuestrxs caidxs en la desmemoria.
Pese a todo
insistimos en saludar a quienes pasan a tomar parte de
la ofensiva
contra la dominación, alentando el desatino en medio de la
practica
antes que la prolijidad discursiva y pasiva.
Con el
inevitable sabor a poco que hoy tienen
las palabras, lxs saludamos
desde nuestra
publicación.
El grupo
editor.
Por números
anteriores (agradecemos a lxs compañerxs de esta pagina):
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