Por: Wichan
Desde el mes
de diciembre del 2011 Héctor Llaitul comenzó a tener molestias e intensos
dolores abdominales siendo tratado, sólo con analgésicos, en la
enfermería de gendarmería a cargo de Técnicos en Enfermería y cuyo responsable
es el médico Dr. Guzmán, quienes posiblemente por la falta de medios no
hicieron un correcto diagnostico.
Durante las
primeras semanas del mes de abril el Peñi Héctor Llaitul presento un cuatro más
complejo con un compromiso general de su estado de salud, por lo que por
presión de su familia, se derivó finalmente al Hospital de Angol y desde ahí al
Hospital de Temuco donde fue sometido a una intervención quirúrgica,
prácticamente de urgencia, el pasado 4 de Abril.
El
diagnostico fue de obstrucción de la vía biliar por cálculos, que
en un principio se encontraban en la vesícula. De acuerdo al informe
médico y los exámenes realizados, la intervención quirúrgica había sido
exitosa. Sin embargo, nuevamente aludiendo a razones de seguridad,
órdenes superiores impidieron que el Peñi Llaitul hiciera su proceso de
recuperación post operatoria en el Hospital de Temuco, siendo trasladado a la
enfermería de la cárcel de Temuco.
Posteriormente,
y en el transcurso de las últimas semanas se han generado nuevas complicaciones
por el aumento del liquido del drenaje y nuevos cólicos abdominales, las cuales
siguieron siendo tratadas de manera ineficiente y poco diligentes por parte de
Gendarmería. Finalmente, fue trasladado al Servicio de Urgencias del Hospital
de Angol, donde fue visto por el médico Dr. Soto.
Nuevamente,
por gestiones realizadas por sus familiares, directamente, con el hospital de
Angol se gestiono la realización del examen solicitado por el Dr. Soto:
Colagiografia por sonda T, siendo trasladado hasta el Sanatorio Alemán de
Concepción, al no existir los equipos en el Sistema Público de Salud
(privatización encubierta).
En estos
momentos el Peñi se encuentra en la cárcel de Angol, estando a la espera
de los resultados, y además que las molestias sean prontamente tratadas y
mitigadas,
Por lo
anteriormente expuesto lo que se exige es una atención de calidad y oportuna,
como señalan sus familiares, si bien el Peñi Llaitul nunca había manifestado
antes problemas de salud debido, entre otras cosas, a su permanente realización
de actividad física, el no consumo de cigarros y/o alcohol, entre otras cosas,
estos problemas pueden estar relacionados con las sucesivas huelgas de hambre
(tres de 80 días cada una) en los últimos tres años.
Sin dudas al
tratarse de un preso político mapuche las desconfianzas son una permanente,
sobre todo cuando la institucionalidad judicial se confabula, con los intereses
políticos y económicos, para condenar de manera aberrante a luchadores mapuche,
Weichafe y persiguiendo una organización, la CAM, por plantear un proyecto
político de liberación nacional, de resistencia, protección y recuperación de
territorio ancestral.
Por tanto se
pide a la sociedad nacional e internacional a seguir atentos a la evolución en
la salud de nuestro Peñi y seguir visibilizando la prisión política y la
lucha de nuestro Pueblo Nación Mapuche.
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