Villa
Francia, 3 de febrero de 2014
Queridas amigas y compañeras:
Queridos
amigos y compañeros:
Nuestra amada
Tamara Sol está encarcelada.
Con la
celeridad de un rayo vengador, como siempre ocurre cuando se trata de condenar
a un pobre o a un subversivo, una jueza del sistema, Paola Robinovich, considera condenarla a diez años y un día o a
cadena perpetua, acusada de “robo calificado” la figura jurídica más dura del
sistema penal chileno, aduciendo que Tamara Sol es un peligro para la sociedad. Sociedad construida tan ordenadamente sobre
la aberrante desigualdad entre unos pocos inmensamente ricos y los muchos
inmensamente pobres; una sociedad militarizada con cientos de policías en sus calles y sobre todo en la periferia,
hostigando a la juventud de las poblaciones, con autorización para golpear,
mentir, hacer montajes, arrestar, reventar casas, asesinar, espiar,
fotografiar… una sociedad que es un “gran mercado”, una sociedad orgullosa del
individualismo que ha creado, orgullosa de la mediocridad que ha creado, una
sociedad donde los medios de comunicación transmiten sólo farándula o crímenes
pasionales… La jueza, defendiendo a esta sociedad, ha dictaminado que Tamara Sol
debe cumplir el tiempo de investigación, (que en un principio es de 60 días) en
la cárcel de San Miguel y en un módulo de alta seguridad. En este módulo de
castigo sólo tienen ½ hora de patio… o sea, están todo el día encerradas.
Esta
celeridad en dictar sentencia de los
jueces es completamente contraria cuando se trata de condenar a uniformados,
quienes a pesar de asesinar y abusar de su poder con los jóvenes y civiles de
las poblaciones, viven tranquilamente en sus casas. Nosotros por el asesinato de Eduardo y
Rafael, nuestros hijos, tuvimos que esperar más de veinte años para que la
justicia se pronunciara y su sentencia fue muy leve, sólo 7 años por asesinar a
dos personas y arrestados sin ningún medio de comunicación presente, sin
mostrar sus rostros, sin esposas en sus
manos y enviados al hotel 5 estrellas de Punta Peuco. Tampoco se ve este
espíritu alado de parte de los jueces cuando se trata de condenar a ladrones de cuello y corbata donde también
corre plata de por medio y todo se suaviza, todo queda pa’callao.
Queremos
contarles que Tamara sol está relativamente bien (en su condición de
prisionera). Su espíritu está firme y
alto, es una mujer digna y valiente que nos ha interpelado a su familia más
directa, que somos unos cobardes, que
nunca daremos el paso de salirnos de este sistema maldito, que nos conformamos
con migajas, que nunca va a ser “el momento” para nosotros, ni tendremos los
“suficientes medios”, que marcamos el paso y de repente algunos pataleos, pero
nada que rompa con esta rutina mortal en la que estamos metidos.
Nosotros
estamos tremendamente dolidos porque es
nuestra niña, a quien amamos profundamente, la que está detenida. Estamos orgullosos, también, porque es ya una
mujer y ha demostrado una tremenda valentía en su vida.
Una mujer que
nos cuestiona profundamente para que no nos quedemos arrinconados en este
sistema, acomodando nuestras vidas a sus dictados, acostumbrándonos al
asesinato de compañeros, al encarcelamiento de los jóvenes luchadores, al robo
permanente que se nos hace como pueblo en todos los ámbitos, desde el robo en
nuestro diario vivir, hasta el robo de nuestra tierra, de nuestro mar, de
nuestras riquezas, de nuestros árboles.
Necesitamos
fuerza, compañeras, compañeros, necesitamos
su amistad sincera y desinteresada, como siempre lo han hecho.
Nuestro
camino ya está trazado y no podemos quedarnos tranquilos a esperar que otros
hagan lo que nosotros debemos seguir haciendo…AMAR PROFUNDAMENTE LA
IDEA DE UNA SOCIEDAD LIBRE Y FRATERNA E
IRLA CONSTRUYENDO CON PEQUEÑAS Y GRANDES
ACCIONES, NO SOLO EN EL DISCURSO, CON TODAS LAS FORMAS DE LUCHA Y EN TODOS LOS
ÁMBITOS DE NUESTRA EXISTENCIA.
Tamara Sol,
hija, nieta, hermana, te amamos con todas nuestras fuerzas.
Tamara Sol,
compañera luchadora, te admiramos por tu valentía. Estamos contigo.
Tamara Sol te
acompañaremos por siempre, no estarás nunca sola.
Tamara Sol “el cielo se refleja en el mar y solo
entonces mira hacia la luna”. Paciencia, paciencia, paciencia, amor.
Queremos dar
las gracias a todas y todos los que nos han venido a ver a nuestro hogar, los
que inmediatamente nos han demostrado su cariño, los que han solidarizado
trayendo cosas que Tamara Sol necesita allí en la cárcel.
Agradecemos a
las mujeres que la acogieron en ese lúgubre recinto con cariño apañándola.
También
agradecemos a los que no han estado con nosotros demostrándonos con su actitud
que no están de acuerdo con Tamara Sol y eso nos hace ver bien claro con
quienes contamos de ahora pa´ delante.
Ana Vergara Toledo Luisa Toledo Sepúlveda Manuel Vergara Meza
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