Saqueos.

“El orden es la servidumbre, embotamiento de la inteligencia, el envilecimiento de la raza humana, mantenido por el hierro, por el látigo y el fuego; es la muerte”.

No es casual que las zonas de Bariloche, o San Fernando, sean los lugares donde la contundencia de “los saqueos” se haya manifestado de forma directa o bien más “salvaje”.

Ya que la brecha entre enriquecidos y pobres es visible, palpable en aquellas regiones.

No es casual que los explotados y excluidos, ajenos y privados de los artículos de consumo, de los “artículos para el hogar”, que nos impone la dictadura del capital, sean los más recuperados por el accionar de la gente. La simbología es clara, a tomar nuestro derecho con nuestras manos, a incluirnos en la cultura impuesta del consumo. Ejercicio digno desde una perspectiva clara de retomar parte de una dignidad perdida. Entendiendo como principio de dignidad la inclusión y el bienestar para todos.

Sin explotados, ni explotadores.

Los medios de comunicación del poder, se empeñan en mostrar y armar la escenografía mas reprochable para sus consumistas televidentes. Así es que el trabajo es siempre el mismo, vigilar, criminalizar y ridicularizar al mas pobre. Banalizar siempre la realidad.

 Formar opiniones dentro del marco del vigilanteo. Esa es claramente la cultura del Estado/Capital.

No por ello, negar que parte de los saqueos fueron organizados por punteros. Lo cual siempre genera mayor cautela en el plegarnos a discursos, o bien pasar a ser cómplices a nuestros intereses como explotados/excluidos que somos.

Desde una vida digna, rebelde y de aspiración libre, asumimos la responsabilidad de luchar contra la propiedad privada y el derecho a saquear las mercancías que nos hambrean, oprimen.

Siempre contra el patrón y sus mecanismos explotadoras.

¡Por la destrucción de todo lo que nos convierte en esclavo. Por la gran expropiación de nuestras vidas!