Primera
semana de diciembre, desde las cárceles del Estado.
Tras la
última audiencia de revisión de medidas cautelares que nos mantiene prisioneros
, podemos decir:
En principio,
que no existen elementos jurídicos sustantivos para que se establezca la
necesidad de presión que se nos ha impuesto hace 8 meses. En este sentido, el
tribunal se ha valido de una autoridad absoluta sobre nuestras personas,
aplicando la lógica fascista del derecho, estamos siendo juzgados por lo que
SOMOS, no por los hechos.
Quizás
corresponda recomponer la historia –corta por cierto- de este proceso:
Fuimos
formalizados por colocación de artefacto explosivos terroristas en grado de
ejecución frustrado. En dicha formalizaciòn, valiéndose de mucha ficción y del
glamorama tan habitual del que se nutre la fiscalìa; las intenciones de los
poderosos llegaron a buen puerto, quedamos en prisión preventiva y procesados
por la funesta Ley Antiterrorista.
Hoy a ¡8
meses! de esa instancia, ha pasado mucha agua bajo el puente y la investigación
de la fiscalìa no ha avanzado más que para corroborar que NO existe tal
artefacto explosivo operativo, que no se puede relacionar con los “casi 200
bombazos” ocurridos en Santiago (como lo califica la rimbombantemente la prensa
del poder) , ni establecer una planificación criminal terrorista. Es decir, ya
debiéramos –legalmente- están en la calle.
Se ha
vulnerado de tal forma las garantías que entrega la propia legalidad burguesa,
que habiendo modificado la Ley Antiterrorista, en este caso la aplica tal y
como si no hubiese habido tal modificación.
Dentro del
curso de los acontecimientos no podemos ignorar el devenir de los otros casos
que fueron calificados de delitos terroristas, así como el caso bombas, que
luego se desmoronó completamente, y así también el de Luciano Pitronello –
formalizado por un delito consumado- fue recalificado en todas las instancias,
como una infracción a la ley de control de armas.
¿ Qué podemos
esperar cuando el tribunal ignoró todos estos antecedentes, cuándo se nos
mantiene en prisión cuando se nos castiga y criminaliza a nuestra relaciones
afectivas y familiares? ¿Debemos entender entonces que la aplicación de la
legalidad burguesa es más gravosa en la zona sur de Santiago, o que los jueces
son más gravantes en la zona norte?!!! (así de ridículo está el contexto) . Más
aún, ¿ qué esperará el tribunal de nosotros con este escenario antojadizo que
avisoramos?
Una cosa está
clara, la intencionalidad ejemplificadora del proceso, de la fiscalìa, de
Ministerio del Interior, y las antiguas camarillas del poder y represión
cristalizadas en las policías quisieron entonces justificar de buena forma a
través de nosotros la ignominia de su existencia y el circo a montar para aplica
la Ley Antiterrorista.
En tanto nos
ofrecen – desesperadamente- abreviar el procedimiento, reconocer el delito
terrorista y salir de la cárcel volver a la casa, a la vida de uno, a la
tranquilidad de la familia, a las risas de los niños, PERO reconociendo ,
autoinculpàndonos . ESO ESPERAN DE NOSOTROS!!!
Bueno… han de
esperar sentados.
FIN A LA LEY ANTITERRORISTA! LIBERTAD
A TOD@S LOS PRESOS POLÍTICOS!
Carla e Iván,
presos por luchar.
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