La
policía es el enemigo. Esta es nuestra declaración final que es innegociable.
Lxs policías no nacieron para ser amigxs, como individuxs y como institución, y
no pueden ser excluidxs de la lista de enemigxs a lxs que se deben
dirigir nuestros ataques. Como institución y como individuxs, la meta de
la policía es proteger la civilización y la explotación que hace a la tierra.
El
objetivo de la policía –así como de los otros instrumentos represivos– es
asegurar el dinero y los intereses inversionistas por el bien del
modo de vida antropocentrista actual. La policía no existe para representar
nuestros intereses. La policía, más bien, es una de las miles de caras de la
indignación que existe actualmente. Hay que atacar a la policía tan
fuerte como sepueda.
Están
equipadxs, para su leal servicio como perrxs guardianxs de la domesticación de
la vida, con equipamiento de combate, que se usa contra la libre
voluntad y las aspiraciones de la vida salvaje, donde el poder judicial y
la ley están totalmente ausentes. Están equipadxs con armas, armadura y
chalecos antibalas. Los aparatos se fabrican de tal forma que los cerdxs pueden
actuar con confianza de cara a la guerra contra sus amxs.
Pero se
equivocaron. Los cerdos tienen una idea completamente equivocada si
piensan que no somos lo suficientemente valientes como para enviar nuestro
ataque directo a sus sectores esenciales. Como esta vez, que colocamos dos
bidones con 5 litros de bencina y 5 litros de diesel, equipados con un
detonador automático. Detonadores que preparamos con el fin de poder alejarnos
del lugar del ataque y no permitirles que atrapen a cualquiera de nosotrxs. Lo
cual es tiempo más que suficiente para dejar que la naturaleza nos
protegiera eliminando todo rastro de nuestras pisadas.
Intentamos
un nuevo paso para radicalizar nuestros ataques y extender los efectos de los
daños de cualquier golpe que dirigimos al enemigo. Artefactos incendiarios
colocados en una fábrica durante la madrugada del lunes, el 23 de septiembre,
ubicada en Canal Street Suryani, Babakan Village, Distrito Babakan Ciparay,
Bandung, Java Occidental.
¿El
motivo? Esta fábrica manufactura chalecos antibalas para la policía y el
ejército. Esta planta es una de las fuentes de producción de equipamiento de
guerra para esos cerdos. Los chalecos antibalas para proteger a policías y
soldados cuando abren fuego contra el enemigo, cuando abren
fuego contra nosotrxs y nuestrxs hermanxs. Por eso,
arde ese lugar, carbonizado, y este es el objetivo de esta
acción.
Junto
a esta acción, enviamos nuestro respetuoso saludo a lxs combatientes en otras
partes del mundo y otros lugares que, sin vacilar, atacan tanto
como pueden. Saludamos las acciones realizadas en conjunto por la CCF y el
FLT en Rusia. También al incesante ataque de lxs combatientes Amigxs de la
Tierra – FAI en Argentina. También a los múltiples ataques de lxs valientes de
la CCF y la CIV del Proyecto Fénix.
Esta
acción también saluda y abraza calurosamente a las valientes
individualidades secuestradas por el Estado, pero que continúan la
guerra aunque sus movimientos físicos sean limitados. A
Gabriel Pombo da Silva, Marco Camenish, Hans Niemeyer, Walter bond, a lxs
combatientes de la célula de miembrxs presxs de la CCF y lxs prisioneros en
Grecia, Italia y Chile que no podemos mencionar unx a unx, pero que siempre
están en nuestros corazones.
Derribemos la civilización
Vida salvaje, ¡ahora!
Vida salvaje, ¡ahora!
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