Desde diciembre de 2010 que están en huelga los trabajadores de PISA (Papeles industriales s.a.). Esta semana pasaron a la acción, levantando barricadas, cortando la ruta, y con piquetes de encapuchados atacando las dependencias de la empresa en la ruta 5 norte, en lampa. Incluso los acusaron de haber provocado incendios en las instalaciones (y si eso es cierto, sólo nos puede causar alegría, como cada vez que los explotados impulsan el sabotaje). Todas las leyes apuntan contra los proletarios: derecho a huelga legal, la negociación, el mismo sindicalismo está pensado para aplastar a los trabajadores. Y cuando un grupo de ellos pasa a la acción directa, se desatan las penas del infierno: detenciones, entrevistas de televisión a esquiroles y descolgados de la huelga que condenan a sus compañeros de trabajo, audiencias de formalización, fiscales y policía. Y por supuesto, la prensa difundiendo las imágenes de los exaltados, y culpando a las barricadas y al piquete de huelga, por un accidente en la carretera donde fue atropellada y muerta una niña. Hasta con la sangre de una niña, quieren apagar la lucha.
Pero, ¿qué más se puede esperar de los periodistas miserables?
Afortunadamente, muchos explotados saben que encapucharse es un arma de defensa.
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