Las imágenes impactan a la opinión pública, llenando las portadas de periódicos protofascistas y canales faranduleros. La muerte de 15 o 20 personas que llevaban ayuda humanitaria a la franja de Gaza, situada en el Estado terrorista de Israel o mejor dicho territorio Palestino, impactan las mentalidades democráticas e institucionales, pero desvía considerablemente el conflicto que se vive en esa zona, la lucha de clases.
Los ojos por estos días ven atento que sucede en aguas internacionales del mediterráneo en donde fueron asesinados varios activistas de ong solidarias con el pueblo palestino y mas específicamente contra el bloqueo económico y de enseres que tiene a mas de 1,5 millones de palestinos viviendo en miserables condiciones tras la debacle sionista en la región.
¿Pero que es lo que sucede allí?, ¿que es lo que acontece en esa basta zona? La realidad concreta es que allí se libra una tenaz guerra hace más de 60 años, y quizás desde mucho antes, pero ha sido desde la creación del Estado terrorista de Israel que la guerra se a agudizado. Pugnas de poderes, peleas interclasitas, luchas de Poder han hecho añicos toda forma de resistencia y toda vitalidad, pero no han logrado destruir el desborde visceral de los parias, de los sin rostro y marginales. Años de vidas miserables, de Estado de sitio, de muertes y secuestros no han producido el efecto querido por los capitalistas sean de origen palestino, judío o americano, no lo han podido ni lo lograran, ya que de las vísceras y entrañas, de las contradicciones del vivir, nace la lucha, no del color de piel, etnia o religiosidad.
Los poderosos llaman a condenar la muerte y el ataque del ejercito de Israel, los representantes del Poder Estatal llaman cuadrarse en favor de los derechos humanos y claman por la legalidad. Estados como España, Grecia, Francia, Turquía y Chile, condenan la barbarie desde la distancia de hablar de cosas lejanas pero cuando tocan fibra sensitiva cercana es mejor obviar. España masacra en las cárceles con el régimen FIES, mientras pide la humanización de Guantánamo, haciendo gala de su majestuoso Juez. De la misma forma Turquía masacra a los prisioneros políticos turcos por su resistencia en las cárceles de tipo F y cualquier desborde en la zona del Kurdistán, apoyando y entregando a EEUU a militantes revolucionarios. Perla de la burguesía parece ser el Estado Chileno, donde desde su Presidente hasta su ministro del Interior tienen serios intereses religiosos en los conflictos. O no queda clara las declaraciones del ministro del Interior tras la detención del ciudadano Pakistaní y su lenguaje sionista y fascistoide. Una mirada que esconde lo que se vive tanto en Palestina como aquí en Chile, una mirada que trata de borrar lo vital de las luchas que se desarrollan tanto aquí como en otras latitudes del mundo. El Estado Chileno condena la barbarie desde aquí pero es aquí que sigue masacrando a los mapuches en el sur. Más allá de la religiosidad de los pueblos, mas allá de la cultura y sus costumbres, aquí nos hermanamos con aquellos que luchan, que atacan al Estado y los Estados, a quienes niegan en la practica las relaciones que se desarrollan en la sociedad del Capital y toda su esfera. Tanto aquí como allá se trata de esconder el conflicto real que se sucede a diario, la guerra social que se libra, las miserias del trabajo asalariado y la mercancía, en definitiva la existencia y continuidad histórica de la lucha de clases.
La clase dominante seguirá cuadrandose en sus intereses, en sus ganancias, desde el Palestino ricachón que vive en Chile y se manifiesta contra la masacre, hasta los fascistas Sionistas que manejan la bolsas de EEUU e Inglaterra, para ellos su proyecto es el mismo: La producción y circulación de mercancías para el fortalecimiento de la sociedad de clases. Aquí el conflicto es claro, y no deja medias tintas ni sabores neutrales, están lo del bando que luchan y los que quieren perpetuar el orden de cosas.
Negar esta realidad, es negar a los que combaten. Insistir en que la esencia de la lucha de los explotados en Palestina es la misma que en Grecia, en las barriadas de Haití, en los suburbios franceses y en Irak: DEFENDER E IMPONER LAS NECESIDAD VITALES A LAS DE LA ECONOMIA DEL CAPITAL. Nos vemos obligados a denunciar a los voceros Estatales tanto Israelí como Palestinos, a todos los aparatos propagandísticos del Capital. La lucha no se libra a cientos de km, la lucha se libra contra "nuestro" propio Estado contra "nuestro" propio país, esa es la mejor forma de solidarizar con las luchas crecientes en territorios lejanos, extender y darle continuidad al conflicto social.
Muerte al Estado de Israel
Muerte a todos los Estados
Los ojos por estos días ven atento que sucede en aguas internacionales del mediterráneo en donde fueron asesinados varios activistas de ong solidarias con el pueblo palestino y mas específicamente contra el bloqueo económico y de enseres que tiene a mas de 1,5 millones de palestinos viviendo en miserables condiciones tras la debacle sionista en la región.
¿Pero que es lo que sucede allí?, ¿que es lo que acontece en esa basta zona? La realidad concreta es que allí se libra una tenaz guerra hace más de 60 años, y quizás desde mucho antes, pero ha sido desde la creación del Estado terrorista de Israel que la guerra se a agudizado. Pugnas de poderes, peleas interclasitas, luchas de Poder han hecho añicos toda forma de resistencia y toda vitalidad, pero no han logrado destruir el desborde visceral de los parias, de los sin rostro y marginales. Años de vidas miserables, de Estado de sitio, de muertes y secuestros no han producido el efecto querido por los capitalistas sean de origen palestino, judío o americano, no lo han podido ni lo lograran, ya que de las vísceras y entrañas, de las contradicciones del vivir, nace la lucha, no del color de piel, etnia o religiosidad.
Los poderosos llaman a condenar la muerte y el ataque del ejercito de Israel, los representantes del Poder Estatal llaman cuadrarse en favor de los derechos humanos y claman por la legalidad. Estados como España, Grecia, Francia, Turquía y Chile, condenan la barbarie desde la distancia de hablar de cosas lejanas pero cuando tocan fibra sensitiva cercana es mejor obviar. España masacra en las cárceles con el régimen FIES, mientras pide la humanización de Guantánamo, haciendo gala de su majestuoso Juez. De la misma forma Turquía masacra a los prisioneros políticos turcos por su resistencia en las cárceles de tipo F y cualquier desborde en la zona del Kurdistán, apoyando y entregando a EEUU a militantes revolucionarios. Perla de la burguesía parece ser el Estado Chileno, donde desde su Presidente hasta su ministro del Interior tienen serios intereses religiosos en los conflictos. O no queda clara las declaraciones del ministro del Interior tras la detención del ciudadano Pakistaní y su lenguaje sionista y fascistoide. Una mirada que esconde lo que se vive tanto en Palestina como aquí en Chile, una mirada que trata de borrar lo vital de las luchas que se desarrollan tanto aquí como en otras latitudes del mundo. El Estado Chileno condena la barbarie desde aquí pero es aquí que sigue masacrando a los mapuches en el sur. Más allá de la religiosidad de los pueblos, mas allá de la cultura y sus costumbres, aquí nos hermanamos con aquellos que luchan, que atacan al Estado y los Estados, a quienes niegan en la practica las relaciones que se desarrollan en la sociedad del Capital y toda su esfera. Tanto aquí como allá se trata de esconder el conflicto real que se sucede a diario, la guerra social que se libra, las miserias del trabajo asalariado y la mercancía, en definitiva la existencia y continuidad histórica de la lucha de clases.
La clase dominante seguirá cuadrandose en sus intereses, en sus ganancias, desde el Palestino ricachón que vive en Chile y se manifiesta contra la masacre, hasta los fascistas Sionistas que manejan la bolsas de EEUU e Inglaterra, para ellos su proyecto es el mismo: La producción y circulación de mercancías para el fortalecimiento de la sociedad de clases. Aquí el conflicto es claro, y no deja medias tintas ni sabores neutrales, están lo del bando que luchan y los que quieren perpetuar el orden de cosas.
Negar esta realidad, es negar a los que combaten. Insistir en que la esencia de la lucha de los explotados en Palestina es la misma que en Grecia, en las barriadas de Haití, en los suburbios franceses y en Irak: DEFENDER E IMPONER LAS NECESIDAD VITALES A LAS DE LA ECONOMIA DEL CAPITAL. Nos vemos obligados a denunciar a los voceros Estatales tanto Israelí como Palestinos, a todos los aparatos propagandísticos del Capital. La lucha no se libra a cientos de km, la lucha se libra contra "nuestro" propio Estado contra "nuestro" propio país, esa es la mejor forma de solidarizar con las luchas crecientes en territorios lejanos, extender y darle continuidad al conflicto social.
Muerte al Estado de Israel
Muerte a todos los Estados
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