domingo, enero 11, 2009

PALESTINA: OTRA VEZ LA GUERRA CAPITALISTA


Una vez más, los grandes gendarmes del planeta quieren imponer el orden a sangre y fuego en el Medio Oriente. Con la excusa de la lucha antiterrorista, desatan el terrorismo de Estado. El Estado asesino de israel sigue con su genocidio en la Franja de Gaza. Mientras tanto, la Autoridad nacional palestina se frota las manos para que sus socios sionistas les devuelvan el poder en Gaza. Todas las potencias occidentales, encabezadas por estados unidos, son cómplices de la masacre. Y al mismo tiempo, los radicales de Hizbullah y las autoridades del putrefacto Estado de Irán llaman a los proletarios en revuelta a no atacar a israel, a no usar armas (caseras o no, o sus propios cuerpos) contra una de las máquinas de guerra más letales del planeta.

Todos los Estados del mundo cierran su cerco contra los proletarios del Medio Oriente, incluyendo a todas las fracciones políticas burguesas, desde la socialdemocracia europea hasta Hamas. Y la prensa maldita produce opinión pública favorable a la barbarie en Palestina e Irak, condenando toda acción violenta de los explotados, haciendo la amalgama de todas las luchas en la zona con el islamismo (que es un enemigo de la revolución proletaria).

Pero así como hay represión, hay combate social. El llamado a coordinar los viernes jornadas de lucha internacional contra el Estado de israel y la guerra, cuya coordinación se ha materializado en las calles de Gaza, Cisjordania, El Líbano; y en varios puntos de europa, es un ejemplo de acciones a discutir y concretar. Pero el marginarse de tales iniciativas, con el pretexto de que son impulsadas por Hamas o el islamismo, es disociarse de nuestros hermanso de clase que están siendo bombardeados con fósforo.


¡MUERA EL ESTADO DE ISRAEL!

¡MUERAN TODOS LOS ESTADOS!!

1 comentario:

Flora Tristán dijo...

¡¡¡ha sido un gusto encontrar por casualidad tu blog!!!

a continuación transcribo un comentario mío a propósito de una discusión respecto al tema y posteriormente la toma de posición de unos compañeros.

ojalá podamos discutir

un saludo!

e

• sobre las tendencias no proletarias en la lectura de la realidad (http://es.internationalism.org/node/2443#comment-254)

Muy cierto compañero,

yo le secundo y a pesar de también mantenerme informada respecto a lo expuesto en ese portal que usted menciona (http://luxemburgism.forumr.net/) y concordar con las inquietudes genuinas de algunos de sus participantes, creo que es necesario combatir hasta las últimas consecuencias las actitudes oportunistas, rayanas en lo antiproletario, que a razón del asunto que nos ocupa (la absolutamente condenable realidad que se vive en esa particular región del mundo, producto directo de un sistema social podrido) se generan.

De un lado éstas (las opiniones y actitudes oportunistas por parte de miembros de nuestra clase, pues considero al compañero JM parte de nuestra clase, aunque puedo equivocarme; pero ese no es el punto, sino en general, la cuestión tiene que ver con cómo la clase obrera y las demás clases no explotadoras están leyendo la realidad de una manera ajena y hasta en abierta oposición con sus intereses; y no sólo eso, el punto central es comprender las causas de esta "falsa consciencia"; causas que en el afán revolucionario de desarrollar la conciencia proletaria, implican un ejercicio continuo de clarificación, de discusión y de debate al interior de la clase trabajadora, para ser erradicadas en beneficio de nuestra visión de las cosas, la visión revolucionaria de la clase revolucionaria) son producto de la incomprensión de las circunstancias que el capitalismo desarrolla y que devienen en estos conflictos, que siempre son conflictos de clase, disfrazados de "choques culturales", etc.; circunstancias que para la mayoría de las personas permanecen (incluidos los imbéciles burgueses que son mayoría al interior de su decadente clase) ocultas bajo la faz mistificadora que al respecto de todos los ámbitos de la vida y de la realidad hace la burguesía (incluido este caso, caso que por una actitud mía completamente pueril y berrinchuda prefiero ni nombrar... es que la verdad me pone muy mal y justo ahora no me viene bien un ataque [más] de rabia y dolor).

Ahora bien, éstas confusiones e incomprensiones son consecuencias naturales del hecho concreto de la dinámica de la sociedad de clases, donde las ideas (y por ende las percepciones sobre la realidad) dominantes son las de la clase dominante; clase que hoy atenta contra lo más básico de la existencia humana no sólo en este tema, sino en la ya absoluta totalidad de la vida social, incluido el ámbito de la sociedad y la naturaleza y viceversa.

Y ante esa tendencia a la "confusión" el proletariado sólo puede oponer su punto de vista, que por no defender intereses particulares, sino los intereses de la humanidad en general, es el único en base al cual podemos emitir juicios, en este caso morales; y sí, la situación ésta es una mierda, una mierda absoluta; pero no lo es, a nuestros ojos, por las mismas razones por las que la burguesía puede condenar los mismos hechos, no, nuestra visión es mucho más profunda y "objetiva" puesto que en este hecho concreto y particular, podemos mirar las causas profundas que dan la forma, sí terrible, que la situación manifiesta. Y esas causas son básicamente las que mantienen la dictadura del capital.

Mirando esas causas profundas y objetivas es que nosotros condenamos no sólo al estado de Israel, no sólo a la clase dirigente palestina que pugna por la formación de un estado palestino igual de asqueroso que Israel y que los demás estados del mundo, sino en general a todos los estados y a todas las clases políticas, instrumentos y agentes necesarios de la dictadura de la burguesía; dictadura inhumana, nefasta y todo lo "malo" que se nos pueda ocurrir.

Como proletarios emitimos condenas particulares que finalmente no hacen más que expresar la necesidad de una condena total en la realidad, no sólo moral, a una sociedad que ya no nos sirve y que es hora de destruir; al final, llevar hasta las últimas consecuencias el tema éste (y vuelvo a insistir que hoy no estoy de humor para mencionarlo... y de una vez me disculpo por el tono tan personal de este comentario [tono que espero no nuble lo central] y por la redacción tan llena de paréntesis producto del calor de las ideas que salen muy malamente pero que en el fondo quieren contribuir a la discusión ahora mismo, de manera rápida, sin "edición" de por medio) es criticar y estar en contra no sólo de sus circunstancias particulares, sino criticar al conjunto de la sociedad capitalista y a todos y cada uno de sus pilares (partidos políticos, sindicatos, frentes y luchas interclasistas que sólo apuntalan al capital, etc.), a todos los estados, a todos los nacionalismos y a todos los embauques que la burguesía usa de cortinas de humo para tratar de ocultar un hecho que hoy por hoy se manifiesta con la fuerza de lo necesario y que a fin de cuentas es la razón sinrazón detrás de toda la barbarie capitalista: la lucha de clases, de la burguesía contra las demás clases no explotadoras, que es en todo momento la que lleva a mantener el orden de cosas existente y que hoy se disfraza de "guerra", mañana de "crisis", etc. pero que al final remite al hecho concreto de que esta sociedad sólo funciona a base de explotación continua y sistemática.

El proletariado está en contra de esta masacre y al decir eso está en contra del capitalismo, lo condena en todos los sentidos y nosotros, proletarios, entendemos qué consecuencias prácticas tiene nuestra condena: es un grito de guerra contra la guerra, una sentencia absoluta al capitalismo, sentencia que luchamos por cumplir.

Por otro lado (y regresando al tema primero de las confusiones que llevan a compañeros como JM a tener actitudes oportunistas, por decir lo menos), las confusiones que derivan en obstáculos para la toma de conciencia y la destrucción de esta sociedad por el proletariado y que devienen en actitudes ajenas al proletariado, son intencionalmente desarrolladas (independientemente de que naturalmente son producidas por la hegemonía ideológica de la burguesía, expresión última de su dominación material, económica) por las campañas burguesas de toda índole (de izquierdas y de derechas) que han hecho del inhumano asunto ya mencionado, un mercado de propagandas que todo logran (porque la verdad es que sí consiguen desmoralizarnos, indignarnos con vistas a vendernos impotencia, e incluso mermar nuestra esencia internacionalista bajo el "divide y vencerás" que la burguesía monta sobre un hecho revestido de tintes "religiosos", "étnicos", etc. [y aquí es donde debemos reflexionar para combatir, las maneras en las que estas realidades sí pesan cuando no nos reconocemos como una clase internacional, unitaria y con un sólo proyecto histórico a pesar de las diferencias históricamente determinadas]) excepto mostrar la realidad de clase que guía ésta y todas las atrocidades del capitalismo (cosa por otro lado imposible y que nadie medianamente pensante podría pedir, pues la burguesía no pretende allanar el difícil proceso de toma de conciencia que el proletariado debe llevar a cabo, bajo sus propios medios que son la discusión y el debate).

Entender la realidad implica desarrollar los elementos para transformarla, para terminar de raíz con este tema (y muchos otros similares e incluso más desagradables) en particular y en general, con el capitalismo. Hacernos de una lectura que guíe nuestro actuar revolucionario (actuar que en las luchas proletarias poco a poco se desarrolla hoy a nivel internacional) es la tarea del día de nuestra clase, una tarea que sólo unidos, discutiendo, debatiendo y clarificando los puntos de vista, conseguiremos. Sólo así combatiremos efectivamente las confusiones que de manera natural e intencionada la burguesía propaga para generan dentro de nuestra clase, actitudes ajenas a ella; y sólo de ese modo lograremos conseguir los presupuestos para la destrucción de la causa primera de los males que nos aquejan.

Sería inhumano no denunciarlo: la realidad es muy indignante, muy dolorosa; pero ante ella sólo nos queda sublimar nuestra inconformidad de manera activa, desarrollando nuestra conciencia de clase y trabajando por el desarrollo y triunfo de la revolución mundial a través de nuestra lucha internacional; y esto sólo se logra mirando más allá de las apariencias y no cayendo en las actitudes oportunistas en las que la burguesía quiere entramparnos, aprovechando la natural capacidad del proletariado para solidarizarse material y espiritualmente con todas las víctimas de este podrido sistema.

No caer presa de los engaños de la burguesía es un ejercicio difícil que sólo en colectivo podemos realizar. Por eso compañeros, quiero manifestar mi más sincero deseo de que sigamos discutiendo, que sigamos reflexionando sobre la realidad para poder entender mejor cómo destruir la dictadura del capital sobre el conjunto de nuestras vidas. La dimensión humana, que Rosa y todo revolucionario debe tener, se manifiesta en nuestra lucha así, cuando podemos sentirnos tocados por las desgracias del mundo y no sólo eso, sino que sabemos oponer una salida real, posible a esta y todas las situaciones desgarradoras que el capital engendra entre los hombres. Esa salida es el único camino de nuestra clase:

¡POR LA UNIDAD Y ORGANIZACIÓN DEL PROLETARIADO MUNDIAL!
¡POR LA REVOLUCIÓN COMUNISTA!

Eleo


La masacre en Palestina sigue cobrando vidas: La única alternativa es la solidaridad internacionalista de los trabajadores por encima de las fronteras nacionales para enfrentar unidos los crímenes perpetrados por el capital.

La ciudad de Gaza, en Palestina, es hoy un horrendo escenario donde la guerra provoca día con día más y más victimas mortales, las cuales ya se cuentan por centenares (casi 800 muertes hasta el día de hoy) y miles de heridos. El Estado de Israel ha atacado indiscriminadamente desde el pasado 27 de diciembre a la población palestina; el pretexto para llevar adelante esta asesina ofensiva contra la población civil ha sido el ataque realizado por Hamas (grupo político-militar fundamentalista islámico que gobierna Palestina desde el 2006) con misiles caseros a ciudades israelíes.

Ambos gobiernos, el de Israel y el de Palestina, representan los respectivos intereses de los explotadores de cada uno de sus bandos, por lo que tomar un lado en esta guerra es tomar lado por uno de los bandos capitalistas que en función de defender sus intereses burgueses atacan indiscriminadamente a la población civil de ambos lados de la frontera. Estos dos gobiernos (como todos los gobiernos en general) son ajenos a los intereses de los proletarios de la región y del mundo, y al mismo tiempo que condenamos los crímenes contra la población civil provocados por el gobierno de Israel de un lado y por Hamas del otro, declaramos que la única salida que podrían encontrar en estos momentos los explotados palestinos, que están siendo cruelmente masacrados, es llamar a la confraternización con los proletarios de Israel, sus hermanos de clase y sus mejores aliados en estos duros momentos, para luchar unidos contra ambos gobiernos.

Todas las organizaciones izquierdistas del mundo que se oponen a la agresión de Israel en Gaza nos hablan de apoyar la "resistencia palestina", una falsa y peligrosa consigna que mezcla a los explotadores con los explotados palestinos, y que impide que el proletariado de Palestina se reconozca como clase y que los proletarios del resto del mundo, en lugar de solidarizarnos con nuestros hermanos explotados de esa región, brindemos nuestro apoyo a todo el "pueblo palestino", incluidas las reaccionarias y explotadoras organizaciones Palestinas como Hamas (que ha reprimido a los trabajadores palestinos que se han ido a huelga acusándolos de "traición a los intereses nacionales"), la OLP, entres otras, que siempre han tenido como objetivo la creación de un Estado palestino independiente, es decir, una nueva nación capitalista, una "propia" prisión nacional de los proletarios palestinos.

La única resistencia que podemos apoyar y defender es la que den los explotados de Palestina frente al Estado de Israel y frente a sus propios gobernantes que les explotan y les reprimen. Esta resistencia sólo puede representar los verdaderos intereses de los explotados si mantiene integra su autonomía de clase frente a las organizaciones burguesas de todo pelaje (Hamas, Yihad Islámica, OLP, FDLP, etc.) y sí adquiere un carácter internacionalista, llamando a los proletarios del otro lado de la frontera (y a los del mundo) a luchar de manera unida contra todas las barbaries perpetradas por el capitalismo. Quienes llaman a levantar una "resistencia nacional" en Palestina no hacen sino repetir el repugnante discurso de los reaccionarios gobernantes palestinos, que para encuadrar y someter a la clase obrera de Palestina le llaman a luchar por la "defensa nacional" frente al supuesto "enemigo común".

Otras de las confusiones promovidas por los izquierdistas es repetir una y otra vez que Israel es un "Estado asesino", mientras llaman a la "comunidad internacional", incluidos otros países y organismos capitalistas como la ONU a que frenen la criminal masacre en Gaza. Es cierto, el de Israel es un Estado asesino (y debemos de condenar los crímenes que comete y ha cometido contra la población), pero asesinos son todos y cada uno de los Estados del mundo, que existen para legalizar y mantener, mediante las leyes y mediante la violencia abierta, la explotación de una clase sobre otra, así que la única posición clara es afirmar que mientras existan los Estados (todos) existirán las guerras, la explotación y la miseria, y que hacer diferencias entre Estados "asesinos" y "no asesinos", como entre Estados "democráticos" y "totalitarios" es una falsa ilusión reaccionaria para los explotados de todo el mundo, para quienes su enemigo no es uno u otro Estado en particular, sino todos ellos.

Además de lo anterior, hay quienes hablan de luchar por una "Palestina Libre", esa consigna no significa más que el apoyo a la creación de un Estado-nación palestino, una falsa alternativa para los explotados. El proletariado es una clase mundial, no tiene nación, por tanto, su lucha no tiene, ni puede tener, un carácter nacional. El carácter de la lucha de la clase trabajadora es internacional, por la destrucción mundial del capitalismo y por la creación de una sociedad sin clases y sin fronteras.

Es necesario, además, que entendamos que la guerra es indispensable para el propio funcionamiento del capitalismo, pues ésta sirve para "resolver" las rivalidades político-económicas de las diferentes burguesías nacionales representadas por cada uno de los Estados del mundo, por tanto, para librarnos de las guerras, es preciso que nos deshagamos del capitalismo, para lograrlo se requiere de la lucha, la solidaridad y la organización de la clase trabajadora mundial, que tiene, gracias a su poder social, su número y su capacidad de organización, la fuerza para terminar con un sistema explotador y asesino como lo es éste en el que vivimos actualmente y construir una nueva sociedad, en la que la barbarie de la guerra no esté nunca más presente.

Grupo Socialista Libertario.
(http://webgsl.wordpress.com/)