EL ÚNICO FRENO AL GENOCIDIO CAPITALISTA ES LA REVOLUCIÓN PROLETARIA MUNDIAL
Hace ya varios días que la prensa nos ahoga con noticias del Medio Oriente. Bombas, masacres, éxodos masivos y represión son la tónica del noticiario. El resultado: el terror infundido en nuestra clase y con ello nuestra complicidad en la guerra de rapiñas con nuestra consiguiente pasividad.
EL CAPITAL ES LA GUERRA: A TODA HORA Y EN TODO LUGAR
La guerra que presenciamos hoy poco y nada tiene que ver con un choque de civilizaciones, o con una guerra de cosmovisiones religiosas. Esas son sólo máscaras para tapar la verdad y la verdad es que por su propia naturaleza mercantil y expansionista, el capital tiene que enfrentarse a otros capitales (en una verdadera orgía de sangre en busca de plusvalía y control territorial) y en esa realidad contradictoria unirse para destruir a los proletarios que movidos por sus necesidades y deseos vitales no se encuadran en el rebaño guiado por el Estado. Es por esa razón que no debe extrañarnos que empresarios árabes y palestinos se den la mano con los burgueses judíos para la construcción del llamado muro de la vergüenza que separa a Israel de Palestina. (Aunque debemos señalar que el llamado muro une a la reaccionaria burguesía y desune artificialmente al proletariado, que como los comunistas hemos dicho incansablemente ¡no tiene patria ni intereses particulares en ninguna parte!) Esta actitud no es nueva ni es producto exclusivo de la burguesía árabe; los burócratas y burgueses judíos de ayer no dudaron en unirse a los jerarcas nazis para entregar a la barbarie de los campos de concentración a los proletarios de su misma raza. Tal comunidad de intereses se ve también materializada en lo grupos de la llamada “liberación” nacional que, abogando por una lucha entre naciones opresoras y oprimidas sofocan, incluso militarmente, todo intento clasista serio e independiente. Un ejemplo claro es la políticas represiva de organismos como la OLP que al igual que el Estado de Israel mantiene encarcelados a varios militantes de Medio Oriente.
Aunque la prensa nos machaque cotidianamente con las atrocidades de la guerra, a los proletarios residentes en países en los que reina la paz, las agresiones del capital nos tocan de igual manera: el aumento de las horas de trabajo, la reducción de los salarios, la salud mercantilizada, las deudas y la cesantía son una producto bastante palpable de ello. A eso debemos sumar que nuestros Estados han mandado tropas de asesinos a sueldo a Haití y ofrecen ayuda “humanitaria” para Medio Oriente.
La democracia tiene sus calles lavadas con sangre: sangre que corre como gasolina por los estanques de los automóviles, sangre de los masacrados a lo largo de más de una guerra, sangre de los miserables, enfermos y hambrientos.
LA LUCHA DE CLASES NO ES UN ESPECTÁCULO
TODOS FORMAN PARTE DE ELLA
LO ÚNICO QUE PUEDES ELEGIR ES DE QUE LADO ESTÁS.
Proletario: ¿Con quien estás? ¿Con los gendarmes del capital mundial con Estados Unidos, la Unión Europea e Israel a la vanguardia? ¿Con los ricos árabes y sus Estados que buscan un territorio libre para sus negocios? ¿O con tus hermanos de clase que luchan en Medio Oriente, en Haití, en los suburbios franceses y en todas partes contra la guerra y la paz del capital y el Estado?
Proletario: Sólo nuestra respuesta puede parar la masacre.
¡POR UNA INTIFADA GENERALIZADA!
¡EL CAPITAL ES LA GUERRA: TRAIGAMOS LA GUERRA A CASA!
¡POR LA CONFRATERNIZACIÓN PROLETARIA MUNDIAL!
¡EL ENEMIGO ESTÁ EN NUESTRO PROPIO PAÍS: ES NUESTRA PROPIA BURGUESÍA!
¡COMBATAMOS AL CAPITAL EN NUESTROS BARRIOS, TRABAJOS Y CENTROS DE ESTUDIO CON SABOTAJE Y ACCIÓN DIRECTA!
Hace ya varios días que la prensa nos ahoga con noticias del Medio Oriente. Bombas, masacres, éxodos masivos y represión son la tónica del noticiario. El resultado: el terror infundido en nuestra clase y con ello nuestra complicidad en la guerra de rapiñas con nuestra consiguiente pasividad.
EL CAPITAL ES LA GUERRA: A TODA HORA Y EN TODO LUGAR
La guerra que presenciamos hoy poco y nada tiene que ver con un choque de civilizaciones, o con una guerra de cosmovisiones religiosas. Esas son sólo máscaras para tapar la verdad y la verdad es que por su propia naturaleza mercantil y expansionista, el capital tiene que enfrentarse a otros capitales (en una verdadera orgía de sangre en busca de plusvalía y control territorial) y en esa realidad contradictoria unirse para destruir a los proletarios que movidos por sus necesidades y deseos vitales no se encuadran en el rebaño guiado por el Estado. Es por esa razón que no debe extrañarnos que empresarios árabes y palestinos se den la mano con los burgueses judíos para la construcción del llamado muro de la vergüenza que separa a Israel de Palestina. (Aunque debemos señalar que el llamado muro une a la reaccionaria burguesía y desune artificialmente al proletariado, que como los comunistas hemos dicho incansablemente ¡no tiene patria ni intereses particulares en ninguna parte!) Esta actitud no es nueva ni es producto exclusivo de la burguesía árabe; los burócratas y burgueses judíos de ayer no dudaron en unirse a los jerarcas nazis para entregar a la barbarie de los campos de concentración a los proletarios de su misma raza. Tal comunidad de intereses se ve también materializada en lo grupos de la llamada “liberación” nacional que, abogando por una lucha entre naciones opresoras y oprimidas sofocan, incluso militarmente, todo intento clasista serio e independiente. Un ejemplo claro es la políticas represiva de organismos como la OLP que al igual que el Estado de Israel mantiene encarcelados a varios militantes de Medio Oriente.
Aunque la prensa nos machaque cotidianamente con las atrocidades de la guerra, a los proletarios residentes en países en los que reina la paz, las agresiones del capital nos tocan de igual manera: el aumento de las horas de trabajo, la reducción de los salarios, la salud mercantilizada, las deudas y la cesantía son una producto bastante palpable de ello. A eso debemos sumar que nuestros Estados han mandado tropas de asesinos a sueldo a Haití y ofrecen ayuda “humanitaria” para Medio Oriente.
La democracia tiene sus calles lavadas con sangre: sangre que corre como gasolina por los estanques de los automóviles, sangre de los masacrados a lo largo de más de una guerra, sangre de los miserables, enfermos y hambrientos.
LA LUCHA DE CLASES NO ES UN ESPECTÁCULO
TODOS FORMAN PARTE DE ELLA
LO ÚNICO QUE PUEDES ELEGIR ES DE QUE LADO ESTÁS.
Proletario: ¿Con quien estás? ¿Con los gendarmes del capital mundial con Estados Unidos, la Unión Europea e Israel a la vanguardia? ¿Con los ricos árabes y sus Estados que buscan un territorio libre para sus negocios? ¿O con tus hermanos de clase que luchan en Medio Oriente, en Haití, en los suburbios franceses y en todas partes contra la guerra y la paz del capital y el Estado?
Proletario: Sólo nuestra respuesta puede parar la masacre.
¡POR UNA INTIFADA GENERALIZADA!
¡EL CAPITAL ES LA GUERRA: TRAIGAMOS LA GUERRA A CASA!
¡POR LA CONFRATERNIZACIÓN PROLETARIA MUNDIAL!
¡EL ENEMIGO ESTÁ EN NUESTRO PROPIO PAÍS: ES NUESTRA PROPIA BURGUESÍA!
¡COMBATAMOS AL CAPITAL EN NUESTROS BARRIOS, TRABAJOS Y CENTROS DE ESTUDIO CON SABOTAJE Y ACCIÓN DIRECTA!
PROLETARIOS INTERNACIONALISTAS
1 comentario:
CONTRA TODO GENOSIDIO
si la revolusion esta basada en la manipulasion politica del odio de un pueblo tendera inexorablemente al genosidio de un pueblo enemigo cayendo en un espesie de hipocresia pongamos ejemplo de los genosidios de rusia cuba cambodi " germen rojos " de clombia con el jutificativo de justo
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