Sobre la
situación en Bolivia
Solidaridad
con Henry
Dentro de la
lucha anticarcelaria, principio fundamental de la lucha antiautoritaria,
anarquista y por supuesto libertaria, es necesario analizar el rol que cumplen
dentro del sistema penitenciario quienes colaboran con la construcción de más
prisiones a través de la delación. El debate ha sido abierto ya en comunicados
anteriores pero el tema da para más y el caso boliviano ofrece,
lamentablemente, demasiados insumos para analizar el rol fundamental que cumple
la delación en el sistema de dominación-represión-castigo y en la permanencia
de las prisiones.
Las cartas,
los comunicados y también las interacciones en las redes sociales, muestran que
en Bolivia, la delación es el arma más efectiva contra la rebeldía, usada a
conveniencia y, hasta ahora parecía no tener censura ni crítica alguna. Este
análisis se desmarca de esa complacencia sumisa con la delación, de esas
complicidades de todxs los que callan frente a tantas traiciones. Con este
análisis buscamos colaborar para que se entienda la situación en Bolivia dentro
de la lucha por la liberación total y amargamente tenemos que hacerlo
identificando enemigxs dentro de nuestrxs propios círculos.
En un
principio, parecía haber una unidad que repudiaba las delaciones de lxs
plataformistas que fueron la avanzada en la traición. Pero hoy en día la
situación se complejiza. Después de tener que leer preguntas tales como ¿porque
debería callar? Y ¿Quién se pone en el lugar de lxs presxs?, tenemos que ver
que las mismas personas que condenaban a la plataforma por su delación, son las
mismas que aplauden nuevas delaciones, demostrando claramente que la delación
es censurada solo cuando afecta a sus círculos de amigxs, mas no es repudiada
como una actitud indigna en sí misma. Y, finalmente tenemos que entender que
existen delaciones inintencionales, algo así como sin querer queriendo.
En todxs los
casos, estamos delante de “defensas” bajo la vieja estrategia de salvarse unx a
cambio de otrxs, de desligarse de las responsabilidades de unx mismx, dejando
que nuestras vidas pertenezcan al Estado, a los abogadxs, al sistema. Si bien
es cierto que lxs presos son vulneradxs justamente en esto, pues deben ceder su
defensa a un representante avalado por el Poder, también es cierto que existe
una plena consciencia a la hora de firmar una declaración y también a la hora
de recuperar nuestras vidas de estas imposiciones. Si estamos contra el Poder
pues se lucha por lxs compas, no se lxs abandona ni mucho menos se sostienen
las declaraciones en su contra ni se piden audiencias para declarar en contra
de cuantxs se olvido mencionar.
Pero ha
sucedido algo que merece aun mayor análisis en estas tierras: la participación
de tercerxs en la delación. Resulta sorprendente, que Virginia Ayllón,
anarquista antigua y significativa para el entorno boliviano, sin estar
implicada en el caso, se haga cargo de la indigna tarea de pedir públicamente
el encarcelamiento de más compañerxs. La carta escrita por Virginia Ayllon es
el ejemplo más repudiable de la traición, porque ni presionada por la prisión,
ni presionada por la tortura, se da a la tarea de acusar y pedir la cabeza de
lxs responsables de los sabotajes en la actitud más policial que se haya
registrado en la historia de las traiciones. Su carta plagada de alusiones a
una vida artística, inocente y pasiva, deja en claro el rol inocuo que asume en
relación al Poder y al sistema de dominación. Sus alusiones a la
responsabilidad dejan en claro que para ella atacar al Poder tiene como
responsabilidad consecuente la prisión. Por lo tanto toda su carta es una oda
al sistema penitenciario. Aun cuando ella no se encuentra secuestrada, parece
querer congraciarse alegremente con la policía colaborando activamente con este
aparato represor. ¿Habrá prueba más fuerte de su servilismo al Poder? Ella no
ha traicionado solamente a lxs anarquistas sino a la mismísima anarquía y a la
liberación total. Esta traidora levanta descaradamente paredes enteras para el
sistema penitenciario, superando de lejos los ladrillos puestos por el resto de
lxs delatorxs.
Al colaborar
así con el sistema carcelario, estxs traidorxs, condenan al compa que guarda
silencio. Lo condenan porque está claro que él es el único que no colaborará
con el Poder, motivo suficiente para que la represión de ensañe con él, o para
que lo presione a decaer en la vorágine de la delación, sin importar que no
tiene nada que ver con las acciones directas. Por lo tanto, esta delación
descarada ataca toda postura anarquista, antiautoritaria y libertaria
colaborando solamente con la criminalización de las protestas y la rebeldía,
que dicen defender. No admitimos ingenuidad en estas contradicciones. Todxs lxs
delatores han formado parte de círculos libertarios y anarquistas hace ya
varios años, décadas en el caso de Ayllon, por lo tanto son plenamente
conscientes de lo que supone una delación y una traición.
Para
nosotrxs, cada nueva palabra en contra de unx compañerx supone un granito de
arena en la construcción de más prisiones. La traición a la lucha por la
liberación total por la anarquía y por un mínimo de rechazo a la dominación, no
puede pasar por alto. Si hemos de ser durxs con el Poder y con la autoridad,
pues hemos de ser más durxs e implacables con quienes dicen compartir nuestra
lucha. No podemos luchar contra algo y desentendernos de esa lucha al interior
de nuestros grupos. No se puede avalar la hipocresía. Por lo tanto, no podemos
permanecer impávidxs observando que dentro de los círculos
libertario-anarquistas de Bolivia, existan personas que colaboran activamente
en la permanencia y vigencia del sistema carcelario. De ahí que para nosotrxs
es urgente analizar este caso para ser aún más agudxs en la lucha
anticarcelaria y por la liberación total.
Desde nuestra
posición anarquista, activa y desmarcada totalmente de esxs traidorxs, no
toleramos que hablen en nombre de la libertad bajo estas actitudes delatoras.
No toleramos que se digan libertarixs mientras atacan al único consecuente con
su discurso, mientras colaboran con la policía.
También queremos responder a algunas preguntas, que para nosotrxs tenían respuestas obvias, pero al parecer para esta gente estos valores han sido olvidados. Una persona digna calla y no delata, mucho menos si se autoproclama libertaria o anarquista, porque hay una convicción en la libertad y no solo en la propia, sino en la de todxs.
También queremos responder a algunas preguntas, que para nosotrxs tenían respuestas obvias, pero al parecer para esta gente estos valores han sido olvidados. Una persona digna calla y no delata, mucho menos si se autoproclama libertaria o anarquista, porque hay una convicción en la libertad y no solo en la propia, sino en la de todxs.
Todxs lxs que
dentro y fuera de las prisiones hemos hecho algo: sacar un comunicado, un
afiche, rayar una pared, mandar dinero, cartas, libros, ropa, organizar cenas,
almuerzos, conciertos, o simplemente gritar clamando por su libertad. Todxs lxs
que en varias partes del globo han levantado lxs nombres de quienes consideran
compañerxs se han puesto en el lugar de todxs lxs presxs y por ellxs es que se
ha entablado una lucha a muerte contra el sistema.
Pues bien, todxs nos sentimxs decepcionadxs cuando unx guerrerx decae y el Poder triunfa a través de su delación y más aun cuando defienden abierta y públicamente esta actitud. Por eso, por todos los esfuerzos por lxs “compañerxs” presxs, es que ahora nos pronunciamos repudiando sus delaciones, su apego a ellas según su conveniencia, y su complicidad callándose ante estas infamias, esto en relación a que ningún colectivo se ha pronunciado contra ellas.
Pues bien, todxs nos sentimxs decepcionadxs cuando unx guerrerx decae y el Poder triunfa a través de su delación y más aun cuando defienden abierta y públicamente esta actitud. Por eso, por todos los esfuerzos por lxs “compañerxs” presxs, es que ahora nos pronunciamos repudiando sus delaciones, su apego a ellas según su conveniencia, y su complicidad callándose ante estas infamias, esto en relación a que ningún colectivo se ha pronunciado contra ellas.
En la vida de
cualquier persona, y sobretodo en la vida de quien se autoproclame anarquista y
libertarix, existen momentos que ponen a prueba una especie de ética con la
vida y con el Poder. Así vamos asumiendo los roles que estamos dispuestxs a
seguir dentro de las jerarquías que pretenden imponernos las estructuras de
dominación que gobiernan la sociedad. Y existe un instinto básico que te dice
que no entregues a nadie. Como existe un instinto en salvarle la vida a
alguien, como existe un instinto en proteger a un ser amado, a unx compañerx.
Si ese instinto se transforma en un instinto que hace obedecer al Poder y a la
autoridad, aún a costa de entregar a otrxs, no queda nada de libertario ni
anárquico en sus vidas.
Las
delaciones en Bolivia nos hacen ver la sumisión que algunxs de lxs que se
autoproclaman libertarixs y-o anarquistas asumen frente al Poder. Por lo tanto
no están en la lucha libertaria ni anarquista, mucho menos en la lucha
anticarcelaria, sino en el bando opuesto. Para nosotrxs existe un quiebre
absoluto con este tipo de personas a quienes consideramos infiltradas en la
lucha contra el Poder. Llama también la atención el escaso o nulo pronunciamiento
de las células de acción directa. Quienes al parecer han optado por un silencio
mientras que debían gritar, en tanto que quienes debían callar han gritado
absurdamente.
Se puede
interpretar el caso boliviano aun más, y es necesario hacerlo, pues creemos que
conviene ir poniendo sobre el tapete la realidad política de este lugar porque
a todas luces existe un guerrero que la está peleando solo, porque es necesario
tratar de entender porque la gente en Bolivia es tan tolerante a la traición.
Y sin
embargo, en medio de tanta inmundicia, el sol de la anarquía brilla aún. Brilla
en el hueco negro del muro, en el ladrillo que se niega a ser parte del muro de
la prisión y por el contrario es lanzado contra el Poder. Es el ladrillo con el
cual nunca colaboró Henry. Su entereza y convicción, nos hace ver que en
Bolivia la dignidad anárquica está recayendo pesadamente en los hombros de una
sola persona, y esta es una razón muy fuerte para alzar los brazos y
solidarizar con el compañero que permanece irreductible en medio de tanta
carroña.
No es casual
que siendo antiespecista, comprenda mejor que el resto, el verdadero rol de las
jaulas para la dominación total y sea el único que mantiene una posición
anticarcelaria y por lo tanto anarquista y libertaria.
Enfrentarse a
que los “emblemas” del movimiento libertario cometan tal traición a la anarquía
es ya un trago amargo, compartimos que Henry debe tragarse amargamente esta
realidad y aún más la traición de quienes compartieron secuestro con él y no
han dudado en entregarlo al Poder a cambio de su propia libertad,
aprovechándose de su posición consecuente. Esa amargura compañero, no la
vivirás solo. Aquí estamos lxs que asumimos la anarquía en nuestras vidas y
cada dia.
Lxs que creemos en la libertad para todxs. Lxs que luchamos contra toda autoridad, algunxs locxs que no claudican, que sin mucho protagonismo van a darte la mano, sin que lo notes quizás…
Lxs que creemos en la libertad para todxs. Lxs que luchamos contra toda autoridad, algunxs locxs que no claudican, que sin mucho protagonismo van a darte la mano, sin que lo notes quizás…
A la bestia
indomable. Al irreductible, al compañero Henry, Libertad!
Anarquistas por la solidaridad con Henry
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