domingo, septiembre 23, 2007

11 DE SEPTIEMBRE: BARRICADAS Y SUBVERSION







11 DE SEPTIEMBRE: BARRICADAS Y SUBVERSION

Y una vez más llegó un 11 de septiembre, día que la burguesía en chile consagra a la buena memoria ciudadana, a los actos llorosos y respetuosos con la autoridad para recordar el golpe militar de 1973, y a pedir olvido y perdón: es decir, que el proletariado perdone a los asesinos y torturadores del Estado, y olvide a sus caídos en la guerra social. Este 11 de septiembre había sido "ejemplar" para ellos: al final en la marcha del domingo 9 no hubo grandes disturbios (claro que hubo luchas y descontrol, pero fue totalmente ocultado) y el mismo 11 en el centro fue relativamente tranquilo. La prensa maldita se regocijaba por ello, negando todas las barricadas que en los días previos habían ardido regularmente en los campus universitarios y en las poblaciones. Los periodistas ya ni siquiera pedían que esta fecha fuera una jornada de reflexión por el quiebre de su amada democracia. Pero en la noche las turbas proletarias salieron a las calles de Santiago y varias ciudades y las iluminaron con las barricadas, saquearon cuanto negocio estuvo a su alcance, incendiaron vehículos y hasta colegios, y se enfrentaron a balazos con las fuerzas policiales del Estado, los mismos policías que reventaron a balazos al compañero Rodrigo Cisterna, o que en la noche del 11 de septiembre de 1998 mataron por la espalda a la compañera Claudia López. Esa noche la prensa ya no podía seguir cantando su gozo, y se dedicó a maldecir a los exaltados, a condenar la falta de demandas y consignas claras, y a pedir mano dura contra la violencia. Pero cual sería el espanto de todos los capitalistas, sus voceros y sus partidos, cuando no era un proletario el que moría desangrado una vez más, sino un maldito policía.
Tras el estupor de las imágenes por los helicópteros llegando ininterrumpidamente con pacos heridos al hospital de dicha institución, y la confirmación recién en la mañana siguiente del paco muerto (¡que había fallecido horas antes!) se organizó la campaña mediática masiva de rigor, para que todos nos compadeciéramos por el policía-hombre de familia-trabajador-muerto. ¡Un policía! ¿Acaso la prensa dijo una palabra para condenar a los asesinos de Claudia López, Daniel Menco, Alex Lemún y tantos otros caídos? Por supuesto que no, y no es que esperemos nada de nuestros enemigos, pero su cinismo y sus mentiras no tienen límites. Al fin y al cabo, los incontrolados que salen armados a la calle y disparan en la noche contra los policías y los periodistas, tienen la claridad de afirmarse contra los enemigos de la humanidad en la práctica, sin quizá ninguna claridad teórico-programática, ni organizativa, pero con la certeza de que la propiedad privada materializada en los almacenes y negocios, que derrochan productos frente a los que nada tienen, los colegios que por más que los maquillen, no son más que meras cárceles donde se encierra a los niños y jóvenes proletarios para que no incomoden en las esquinas, y en fin todo lo que representa la mierda actual, debe ser atacado. Y han aprendido nítidamente la lección que hemos apreciado en motines en otras partes del mundo, de que las mercancías que no se pueden robar, simplemente deben ser destruidas. La prensa trata a la juventud proletaria y a los elementos más explosivos de nuestra clase social, de lumpen, de escoria, de inconscientes; la policía los hostiga y los reprime todos los días; los profesores los castigan; los comerciantes los desprecian, ¿y quieren respeto a la propiedad, a la escuela, a la prensa y a la policía? Ni que fueran siervos voluntarios, como esos buenos ciudadanos que sudan por un trabajo asalariado y sólo enriquecen a los burgueses con sus afanes de cada día, y luego se horrorizan cuando una piedra parte de la mano de un proletario. O cuando las armas ya no son monopolio del Estado y el capital.
A todos los curas y pastores que quieren educar para la paz, es decir, para el conformismo con la esclavitud actual, no se olviden que la rebelión surge de las entrañas de la miseria que genera el capitalismo, y que los seres humanos no somos borregos. Ya vendrán las protestas en que hasta sus templos arderán en la noche. Y a todos los que lloran al policía muerto, les aclaramos que sus perros amaestrados -que no son animales salvajes, sino mascotas programadas- son nuestros enemigos. La prensa tiene tan corta memoria que vomitaba que el policía "mártir" era el primero muerto en democracia (!?) ¡Hasta ellos se olvidan de sus lacayos caídos! Y a todos los "revolucionarios" y "libertarios" reformistas que se afligen porque los disturbios no tienen una perspectiva clara, o porque sólo los lumpen salen a la calle, o no respetan a los honrados pequeños comerciantes, o atacan a las escuelas e incendian los autos (¡un símbolo de las revueltas que hoy se propagan por el mundo!), o incluso son tan despreciables que lamentan la muerte de un paco, a ellos les decimos que tengan cuidado con sus palabras, porque cada vez más se nota que son nuestros enemigos, que están del otro lado de la barricada, y que lo que hay que hacer es cortarles sus lenguas ponzoñosas, que solo tratan de envenenar a los explotados y son inofensivas contra los explotadores. Cuando en las barricadas de las poblaciones, los revoltosos se alegraban al saber que había muerto un policía, y se confirmaba ese sabio dicho de que el único paco bueno es el paco muerto, ahí estaba afirmándose la conciencia de clase.


Al día siguiente de la violenta jornada de protesta, la televisión mostraba a señoras furiosas que clamaban contra los saqueos, dueños de tiendas o simples vecinas, pidiendo a gritos que salga el ejército a las calles, para imponer el orden. Tengan cuidado, señoras. No vaya a ser que el proletariado internacional siga en ascenso con la lucha, y se afirme como el partido mundial de la revolución comunista. Entonces verán a otro ejército en las calles: a hombres y mujeres constituidos en el proletariado en armas, para extender aún más los saqueos y los disturbios, imponiendo para siempre la dictadura de las necesidades humanas.

¡LA REVUELTA ES REPRODUCIBLE Y CONTAGIOSA!
¡POR EL COMUNISMO Y LA ANARQUIA!
¡POR LA COMPAÑERA CLAUDIA LOPEZ Y TODOS LOS CAIDOS: NUESTRA JUSTICIA SERA LA VENGANZA!



Proletarios Incontrolados











Manuscrito encontrado en una barricada


11 de Septiembre: Día de lucha proletaria contra el terrorismo de Estado


La rabia proletaria una vez más se mostró este 11 de septiembre, multiplicando por todos lados la revuelta, con saqueos, destrucción de la propiedad privada, barricadas y enfrentamientos armados con la policía.



Una vez más se mostraron las contradicciones de este mundo, evidenciando con claridad que el proletariado siente rabia, odio y por sobre todo, que no encuentra una mejor forma de descargar su malestar a la vida de miserias a la que es arrojado por la burguesía, que lanzando piedras, balas y encendiendo barricadas, quizás sea cuestionable el hecho de que esta rabia no tenga un grado de consciencia o que no se organice de mejor forma, pero también esta manera de actuar al margen de partidos, sindicatos y de cualquier burocracia, es lo que hace temer a la burguesía, ya que es mucho más difícil introducir calmantes a una rabia que desborda y se vuelve incontrolable.



Este 11 de septiembre no sorprendió a nadie, ya que desde muchos años este mes ha sido un momento no solo de recuerdo sino de intensificación de la lucha, de las ideas, de las prácticas. Solamente sorprendió a los que alienados en los cómodos sofás de sus casas y oficinas, ven el desarrollo de los acontecimientos al margen de la realidad. Y la realidad es que Septiembre, lo quieran o no, será un mes de revuelta, un mes de memoria histórica, un mes de subversión, un mes en donde la juventud insurrecta, esa que no distingue en edades y que esta al margen de la política, sale a la calle, a recordar a todos los caídos, a destruir un pedazo, aunque sea mínimo de este mundo, a recuperar su vida, porque aunque la clase política diga lo contrario, la revuelta y las explosiones relámpago del proletariado les devuelven por un instante su vida, teniendo el control de esta en sus propias manos, revelando a grandes rasgos la guerra que existe entre clases, esa guerra que se da a diario.



A nadie puede sorprender el deleite con que los revoltosos celebraron la muerte del sucio policía, cosa que año tras año se espera, ajusticiado con un certero balazo en la cabeza en la población “La Estrella” en pudahuel sur, dándole, aunque lo callen los medios, una muerte inmediata, porque según las primeras informaciones dadas por los medios burgueses, este ya habría sido dado por muerto, cosa que luego se desmintió, pero era solo cosa de minutos, ya que la bala, fue letal, como no reír con la muerte de quien cotidianamente te oprime o quien te arroja al submundo de la pastabase y ahora es ese gran momento.



Esta muerte para nosotros, no representa un simple fallecimiento, sino la venganza y el ajuste de cuenta (por el momento), por tantos compañeros anónimos y no, que han dado la vida en combate y a los cuales el destino les ha hecho una mala jugada. Esa bala no fue disparada solamente por quien apretó el gatillo sino por todos los asesinados por los pacos, Claudia López, Rodrigo Cisterna, Daniel Menco, Cristian Castillo, y un sin fin de etcéteras. Esa bala seguirá ajusticiando y poniendo las cuentas claras en esta extensa guerra social.



Nuevamente las calles de muchas poblaciones se mostraron rebelde con un fuego incandescente, en las cuales el accionar de los pacos se vio sobrepasado por la rabia incontrolada de los manifestantes, quienes haciendo uso de sus armas de fuego de alto y bajo calibre, hicieron retroceder al enemigo y a más de alguno lo dejaron con un gran susto o una buena herida, la jornada se saldo con más de 40 pacos heridos, de menor y mayor gravedad y con más de 300 detenidos, muchos de los cuales son menores de edad o que no superan los 20 años, este hecho puntual, es lo que a la burguesía y los medios de comunicación les llama la atención, hablando de estos jóvenes, como desadaptados, delincuentes, vándalos sin perspectivas políticas, diciendo que ellos no vivieron la dictadura o no estuvieron en el golpe del 73’, como si la rabia y la miseria fuera cosa de los 80’ y no fuera la misma desdicha que nos obligan a vivir hoy, como si hoy no fuera la misma esclavitud que nos entrega el trabajo y no fuera la misma sociedad esclavista que controla cada paso que damos. Quien crea que la democracia es algo distinto a la dictadura, esta equivocado, esta es solo una falsa dicotomía para hacernos creer que este es lejos el mejor de los mundos posibles, ya que tanto la dictadura y la democracia son solo una muestra mas de las dos caras de la misma moneda: La tiranía capitalista contra la humanidad explotada.



En definitiva, los tiempos no han cambiado, sigue existiendo una nefasta dictadura, eso si, sin botas militares, sin violencia obtusa, sino una dictadura con la más atroz violencia que asesina en nuestra cotidianidad, en las escuelas, en las esquinas con drogas y ante todo en las condiciones que nos imponen en el vivir, esa es la dictadura del Capital.



Es posible que estos jóvenes no tengan una tendencia política clara, es mas, deben odiar la política, pero si son los que año tras año, salen a encender barricadas y enfrentarse con la policía. Nosotros no hacemos diferencia entre conscientes o no, porque en la calle nos hermanamos en la lucha y es ahí donde se materializa el cambio en las relaciones sociales, donde la barricada separa las clases, por un lado, periodistas y policías, sirviendo al orden democrático y por otro jóvenes de todas las edades dándole duro a la policía y para nosotros no existe algo más hermoso que eso.



Si hablamos de la violencia en las poblaciones con tanta naturalidad, no es porque esta solo ocurra en ese lugar, sino porque allí se concentra en gran parte, en donde la mayoría de los jóvenes no tiene ninguna posibilidad en este mundo, donde sus “despreciables” vidas son un número en la escala de la competición del mercado capitalista, donde su condición de vida solo les entrega robar, drogarse o matarse en el trabajo asalariado y esa es la única verdad.



Una vez más quedo demostrado que la rabia y la rebeldía, se hace presente en esta fecha y que la juventud combatiente, esa que barre con las ideologías y las teorías añejas, muestra su clara decisión de combatir y pelear y eso es lo que el poder teme, que todos los pequeños signos de insatisfacción, de los cuales no se puede negar la existencia, puedan reconocerse en un proyecto insurreccional, es por eso que el Estado sabe de sobre manera, que esas pequeñas manifestaciones de rabia y odio que generan pequeñas rupturas con lo existente, como es el 11 de septiembre o el día del joven combatiente, hacen vislumbrar el camino a recorrer, sin concesiones, sin lisonjas, sin partidos ni sindicatos.



Al fin lo que más asusta al poder es, por un lado, la existencia de hombres y mujeres que frente a la paz social y a la aparente falta de critica al Estado y al Capital, haya todavía algunos hablando de insurrección como posible inicio de una revolución que ponga fin a la tiranía de la autoridad y de la mercancía, por otro, todos los individuos anónimos que cometen miles y miles de acciones de ataque contra las estructuras del dominio y la explotación.






Por todos los proletarios caídos.¡Revolución social!



Nuestra justicia será la venganza de clase.

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