De Contra
Info
Hola,
queridxs compas:
Os escribo
tratando de enviar estas cuatro líneas, para hacerlas rular e informaros que,
al final, han conseguido mi aislamiento en régimen 14bis de instituciones
penitenciarias, así que celda con la ventanilla de la puerta cerrada, sola (sin
muebles, televisor, cocina de gas, espejo, etc., etc.), dos horas de
patio al día (ahora hasta menos ya que se debe distribuir el horario de los
paseos con otras personas que están aisladas), solo el catre, una mesa y un
taburete y obviamente algún libro, papel y bolígrafo (ah, ¡ajá!, ¡yo tengo el
lujo de tener una radio!).
Esta jodida
celda, al ser más grande que las otras, deja correr el frío y la humedad
(¡también porque ya podernos soñar los radiadores!…) y, además, al estar tan
lejos de la planta baja, no hay forma de que lleguen el calor y la luz del sol…
esto de la luz me pone de los nervios, teniendo las ventanas no solo con
barrotes, ¡sino también con una especie de persianas de hierro soldado que la
filtran lo menos posible! ¡Que les jodan! ¡Veintitrés de veinticuatro horas
vivos con la luz artificial! Está claro que no estoy aquí para quejarme de la
decisión tomada ya que conozco bien las tácticas de los que nos oprimen. Lo
sabemos bien, que a lxs rebeldes sociales, a aquellxs que no aceptan someterse
a las reglas impuestas, se les impone el castigo ejemplar del aislamiento como
método para destruirte en el espíritu… sabemos que el Estado, para mantenerse
como tal, utiliza todos los medios a su alcance para mantener, aterrorizando,
la aceptación, para así mantener sagradas esas leyes hechas por y para esos
pocos, queriéndote solo como su súbdito sumiso y con la cabeza gacha, vivx solo
para producir, ciudadano a sus órdenes, esclavo de una rutina impuesta donde si
erras se te castiga y donde los más altos niveles punitivos se ejercen
¡mediante la cárcel!
Del mismo
modo, al ser la cárcel institución estatal (por tanto, reflejo del exterior),
en su interior reproduce perfectamente las dinámicas que este quiere y debe
mantener también externamente: el respeto de las reglas impuestas y el temor a
las autoridades. Igual que fuera, sino eres esclavx se te reprime, castiga, sin
ambigüedas, también dentro si eres “indisciplinado” se te debe castigar para
volverte a encasillar, reeducar como ciudadano-siervo de la producción y si en
caso de que dentro de la misma máquina punitiva no aceptas, expresas desprecio
por aquello que te quiere aniquiladx, robóticx, muertx, entonces no queda otra
cosa que destruirte el espíritu (y formas para hacerlo, la cárcel tiene
muchísimos). Que las personas que se rebelan (no solo a las normas externas,
sino también a las internas) ¡no son útiles y no resultan cómodas para aquellos
que deben mantener sus propios dogmas como absolutos, impuestos!
Por eso, no
me sorprendo de la elección de este castigo, ¡de este duro régimen! Es la
norma, ¡la consecuencia aplicada a lxs rebeldes de cualquier parte! Pero
seguramente no es esta situación (ni todo aquello que quienes quieren mantener
un cierto aparato adoptan para eliminar el carácter rebelde) la que me haga
cambiar ante todo lo que odio.
Es más,
pueden quitármelo todo, pero:
- si una
persona tiene una convicción en la mente y el corazón, si cree en la libertad
absoluta, en ver destruido todo aquello que hace del ser humano una máquina que
solo sirve para delegar;
- si se lleva en el corazón el odio por quien desde arriba se toma el derecho
de poder decidir sobre las vidas de todxs, si se odia esa lógica de las
ganancias que, para perpetuarse, mata, explota, encierra a otrxs seres vivos,
bombardea y destruye todo lo que es vida natural;
- si se odia todo aquello que se nos impone y vende todos los días como vida
libre (fuera de estos muros) cuando en realidad es solo un ciclo de rutinario
hecho de vivir para sobrevivir, convirtiéndose, al mismo tiempo, en cómplices
de su propia destrucción (produciendo para enriquecer siempre a esos pocos);
- si se odia todo lo que se vende como justicia, la de los tribunales, la que
esta para golpear siempre y solo al mismo tipo de gente, solo a quien ya
intenta sobrevivir y en realidad existe para mantener a quien en realidad la
impone,
entonces, ¿cómo se puede pensar que, conociendo y teniendo en el corazón otro
concepto de lo justo y lo erróneo, teniendo una visión crítica, los ojos
abiertos ante lo que nos rodea, cómo se puede pensar que pueden cambiar,
doblegar, a una persona que no acepta esta lógica?
¡Cómo se
puede pensar que es la lógica que se rechaza, la del método punitivo, la
que destruya todo en lo que se cree! ¡Nunca jamás! Es más, todavía más claro es
mi pensamiento, mi posicionamiento, en contra de quienes mantienen esta
dinámica, de quienes nos reprimen: todavía más lucida es la convicción de
querer ver suprimido, tirado, este aparato, este de ellos orden constituido!,
todavía más ardiente se hace el deseo de guerra contra todo esto! Cuantos más
golpes asesta la vara, más necesario se hace seguir vivxs y en pie,
¡respondiendo golpe tras golpe!
Está claro
que todos los medios y métodos a disposición y utilizados por el Estado para
seguir siendo inviolable, como si fuera un dios, oprimiendo, no estarán nunca a
la par de los adoptados por quien los combate, pero si hay una cosa que esto no
puede destruir, eliminar (aunque lo intente) es esa llama que arde dentro de
nuestros corazones, esa conciencia constante de una justicia de verdad, la que
ve triunfar conceptos de solidaridad, de equilibrio y de respeto de la persona
por la persona y de su ambiente natural que le rodea, ¡es ese calor que
alimenta desde siempre y mueve los espíritus libres, las pasiones y los
sentimientos reales que no se van nunca!
Este poder
del corazón, del espíritu, nunca será comprensible ni comparable al poder del
Estado, dado, conferido, por normas y morales creadas para destruirlo. Estos
últimos son castillos de naipes destinados a derrumbarse, atacables, porque se
sostienen sobre falsos pilares, porque carecen de pasión.
La verdadera
fuerza está en el espíritu de quien se pone constantemente en juego por las
pasiones, los principios en los que cree, es ese amor por la completa libertad
que te mantiene en vida, fuerte, inexpugnable y que, transmitiéndose, se
convierte en indestructible ante cualquier forma de represión.
Cierro con
las palabras de Tripa, compa encarcelado en las prisiones mexicanas*.
¡Palabras tan ciertas, que las siento como si fueran mías! ¡Gracias, compañero,
por la belleza de las palabras tan claras que unen los corazones de todos lxs
que, desde cualquier parte mundo, luchan por la liberación total!
“Los
anarquistas de praxis, los que luchan contra el poder, los rebeldes sociales,
en definitiva, quien decide encaminar su vida en una lucha sin tregua contra el
Estado, siempre se encuentran en esa línea, ligera y frágil, lo cual no es una
decisión suicida –como muchxs afirman- es simplemente una consecuencia, a
menudo inesperada. Por otro lado, en muchos casos, estando conscientes de estas
consecuencias –muerte, cárcel, tortura- es más grande la necesidad de libertad
que cualquier sentimiento de miedo y temor, y se lanzan a la batalla, con
absoluta confianza, con miedo, es verdad, pero también con una determinación
implacable que emana sólo de quienes a toda costa buscan la anarquía, o bien
‘la absoluta libertad, la más de todas’ Una vez más afirmo: hay que buscar y
encontrar la felicidad a través de nuestros actos.”.
Un saludo a
todxs lxs compas y a todxs lxs rebeldes de cualquier parte del mundo.
Siempre en lucha
¡fuera y dentro!
Pagliarelli,
desde el 14bis
1 de enero de
2013, Madda
Para escribir
y apoyar a la compa:
Maddalena Calore
Casa circondariale di
PALERMO – Pagliarelli
Piazza Pietro Cerulli, 1
90129 – PALERMO
Italia
*Nota: Recordamos que Mario López
fue excarcelado bajo fianza el 29 de diciembre de 2012, probablemente, a la Madda le tardó
en llegar la actualización.