sábado, octubre 07, 2006

¡TODOS SOMOS DELINCUENTES!


ALLANEN LAS CASAS DEL PROLETARIADO, EN CADA UNA HAY BOMBAS

El Estado capitalista ha acentuado la guerra que mantiene contra los proletarios que luchan. Criminalizando las protestas y la violencia subversiva que se ha desarrollado en jornadas como el Primero de Mayo, las luchas estudiantiles y particularmente durante las luchas del 10 y 11 de septiembre recién pasado, el gobierno burgués de turno, la Agencia nacional de inteligencia (continuadora de las siniestras CNI y la Oficina) y la policía, han desplegado sus mecanismo represivos, deteniendo sospechosos que dejan de serlo en el acto y se transforman en "vándalos" y "delincuentes" por obra y gracia de los medios de comunicación que intoxican e imbecilizan a los cientos de miles que componen la fabricada opinión pública. En el frenesí del Estado orwelliano y de la neolengua de sus lacayos, las casas okupas pasan a ser "fábricas de bombas molotov", y todo activista y luchador un anarquista, para el horror de los buenos ciudadanos críticos que se autotitulan "libertarios". Pero los compañeros y compañeras que luchan en las calles en cada barricada y acción directa, que se encapuchan para cuidarse de la permanente represión, o que se toman viviendas sin respetar la propiedad privada, son proletarios en revuelta, más allá de la ideología o corriente particular de cada uno individualmente.
Y con los proletarios represaliados y perseguidos los demás subversivos solidarizamos.
El Estado dispone ahora de un maldito represor con experiencia en estas lides, nos referimos a belisario velasco y su sello terrorista de estado. Este miserable fue uno de los cerebros de la Oficina durante el gobierno del demócrata golpista patricio aylwin, junto con sus amigos krauss y schilling, jefes de la represión contra las organizaciones revolucionarias en esos años, con detenciones, torturas, cárceles de alta seguridad y cobardes ejecuciones extrajudiciales, como la del militante Marco Ariel Antonioletti rescatado de la prisión por un comando Lautarino, y asesinado de un balazo en la cabeza por la policía. O la brutal masacre de Apoquindo. Y ahora con su curriculum y en el puesto clave de ministro del interior de la presidenta bachelet (milica socialdemócrata), afina sus armas contra los que luchamos, con la doctrina de "prevenir los conflictos antes de que ocurran" (¡!), y contando además con la bendición del partido "comunista" que ha llamado a los buenos ciudadanos a la autodefensa de los actos pacíficos contra el lumpen de los incontrolados. Y como los burgueses que son, el gobierno tiene que hacerlo, tiene que reprimir, ya que este año ha visto el desarrollo de las huelgas y movilizaciones de los explotados, sin casa, trabajadores precarizados, mapuches y todo el proletariado, que es dividido en sus luchas por direcciones sindicalistas y amarillas, y que debe sufrir además los ataques del Estado.
Así que debemos enfrentar los montajes policiales y la persecución, y la campaña de calumnias de la prensa, auxiliar gustosa de los planes opresivos de nuestros enemigos de clase. Condenándonos por la violencia subversiva, como si no fueran violentas las armas que el Estado despliega siempre contra los oprimidos (prisiones, asesinatos, delatores, explotación asalariada, miseria y enfermedad). Pero claro, esas cosas son legítimas, son los costos y los daños colaterales de un sistema económico exitoso (¡para los capitalistas!), y eso los medios de comunicación lo bendicen, así como los curas pedófilos bendicen los autos y armas de la policía asesina. Y en sus cabezas vacías no cabe el hecho de que los conflictos los desarrolla la propia clase y no un grupo de "infiltrados", y los enfrentamientos nacen como resultado de las propias contradicciones que genera la economía capitalista.
Solidarizamos y llamamos a apoyar activamente a nuestros compañeros represaliados y encarcelados por el Estado, más allá de si sean "culpables" o "inocentes", etiquetas que les cuelga a las personas esta sociedad del espectáculo, y que no tienen ningún valor para los comunistas. Y en todo caso, aquí el único culpable es el explotado que tiene conciencia de lo que pasa y no hace nada para fortalecer el bando de los que luchan.

¡SOLIDARIDAD CON LOS PROLETARIOS REPRIMIDOS POR EL ESTADO!

Algunos Incontrolados