miércoles, diciembre 07, 2005

SOBRE LA GUERRA DE CLASES EN IRAK


Hace ya dos años que el Estado de USA y una coalición de países capitalistas encabezados por el ejército yanqui y los militares británicos, invadieron Irak para derrocar el gobierno de Hussein y conjurar la amenaza del “terrorismo internacional”. Ríos de tinta han corrido sobre las verdaderas razones de la invasión, la mentira flagrante de las supuestas armas de destrucción masiva, y toda la palabrería que tanto agrada a los periodistas y a los buenos ciudadanos críticos. Muy pocas fuerzas comunistas han analizado lo que ocurre en Irak desde el punto de vista de la lucha de clases en la región, y de los intereses de los explotados del globo. Pero algunas minorías comunistas han emprendido esa tarea, que más que una tarea de análisis o reflexión, es parte de la solidaridad y de la necesidad de propagandizar y apoyar las luchas de los proletarios (1). Así que queremos agregar unos granos de arena a la inmensa labor de develar lo que ocurre allí. En primer lugar para rechazar el mito de que la polarización en Irak es sencillamente una guerra de liberación nacional, de los patriotas iraquíes contra la ocupación imperialista (tesis que lleva agua al molino de los decadentes sectores antiimperialistas de la izquierda burguesa); o que es una guerra contra la barbarie, de las “salvajes” fuerzas iraquíes contra los invasores y de todos contra todos, posición levantada por los intelectualillos de clara visión racista y europeísta, y que sorprendentemente sostienen también sectores que se autodefinen como “comunistas” o incluso como de la “izquierda comunista”. Una cosa está clara y es que las miles de acciones armadas que se desarrollan en Irak no son todas ejecutadas por la Resistencia “oficial”. Las fuerzas mayoritarias de la lucha armada están dirigidas por los oficiales de Hussein que diseñaron una guerra de guerrillas contra la ocupación militar extranjera, y por fuerzas musulmanas diversas, incluyendo a secciones de Al Qaeda, o de los clérigos shiitas -en su mayoría ,eso sí, dispuestos a negociar con las fuerzas militares de la coalición. Pero una parte importante de las acciones son desarrolladas por sectores incontrolados (como el potente ataque contra el edificio de la ONU), como reconocen los mismos jefes de las fuerzas guerrilleras “oficiales”. No olvidemos que muchísimos proletarios iraquíes desertaron del ejército y nunca devolvieron sus armas.
Ya en los primeros días tras la caída de la larga dictadura del partido Baas, los desposeídos se dedicaron a saquear mansiones y edificios del odiado régimen, al margen de los montajes televisivos de la Cnn (más conocida como Ciann) que mostraban a la gente feliz con los salvadores norteamericanos. Los proletarios derribaron masivamente el respeto a la propiedad, y bien poco pudieron hacer al principio los soldados invasores. Pero poco a poco los ocupantes comenzaron a reconstruir el Estado, con la valiosa cooperación de ex funcionarios del régimen derrocado, convertidos a la democracia (eso no es ninguna novedad, miles de veces ha ocurrido, como pasó en Alemania tras la caída del nazismo). Y como tras el fin de la guerra la resistencia se multiplicó, y los soldados yanquis muertos se cuentan por más de mil, la burguesía internacional, interesada en imponer el orden en una zona estratégica para la economía, en tiempos de crisis y rápida desvalorización de las mercancías, desplegó todas sus armas contra uno de los proletariados más combativos del planeta: polarización interburguesa en una guerra de liberación nacional (con el gran apoyo de todos los estalinistas y antiimperialistas de todas partes), con el fin de que los proletarios se maten unos a otros bajo las banderas de cualquier fracción capitalista; el islamismo radical, uno de los imanes que atrae con más potencia a los más decididos hijos e hijas de nuestra clase en esa parte del mundo conocida como Medio Oriente; y como no, el as bajo la manga de las elecciones libres y la normalización democrática, para que todos los iraquíes se comporten como buenos ciudadanos, participen a través de los cauces legales y vayan a hacer la denuncia respectiva frente a cada caso horrendo de tortura y terrorismo de Estado.
Pero los explotados de Irak son porfiados, tras los largos años de la guerra de Irán-Irak, y después de dos guerras del golfo siguen luchando contra todas las fuerzas del Estado mundial de los capitalistas, cuyas fracciones hegemónicas hoy son el Estado yanqui, Inglaterra y esa cueva de criminales conocida como Onu. Han boicoteado cada intento de pacificarlos e integrarlos, y pese a toda la represión militar contra las marchas y las huelgas (represión que cuenta con el apoyo alegre de la flamante policía democrática local), nuestros hermanos se lanzan a protestar a las calles. Y su lucha no es sólo contra los criminales de uniforme, sino contra todos esos “pacíficos civiles que colaboran en la reconstrucción nacional”, como nos machacan los mass media con su nauseabunda perorata.
El terrorismo capitalista se despliega hoy en las prisiones y en la geografía iraquí, y cada hombre y mujer digno de serlo debe apoyar la lucha de los explotados que hoy resisten al genocidio. Y con ir a cada marcha pacífica convocada por Attac (una de las vanguardias de la contrarrevolución socialdemócrata) y los estalinistas, no hacemos más que calmar nuestra falsa conciencia, y ensanchar un carnaval ciudadano y mediático, una de las tantas formas de expresarnos que nos ofrece el espectáculo contemporáneo, sin cuestionar las bases de las guerras y la miseria. Pero casi siempre las procesiones borreguiles son rotas por grupos de proletarios que se enfrentan a la propiedad, la policía y los mismos convocantes. Y nosotros los saludamos, los saludamos extendiendo las barricadas.
No olvidemos nunca que: La guerra está en “nuestro” propio país, ya que ¡es contra “nuestra” propia burguesía! Levantemos la bandera del derrotismo revolucionario, que no consiste sólo en que los soldados deserten de los ejércitos burgueses (como ya está ocurriendo en Irak, con miles de soldados norteamericanos desertando o negándose a partir a matar gente en ese país árabe)(2), sino en que se organicen y disparen contra sus propios oficiales.

Solidaridad absoluta con el proletariado insurgente de Irak.

Notas:
1) En este esfuerzo podemos nombrar los textos aparecidos en publicaciones como "Balance", del Grupo de Lucha Proletaria de Perú, en la revista "Comunismo" del Grupo Comunista Internacionalista, o en la publicación "Arde" de UHP (Uníos hermanos Proletarios).
2) El Pentágono (más conocido hoy como el Cuadrado), reconoce oficialmente a 5.500 desertores en las filas del ejército yanqui (en diciembre de 2004). Ver al respecto los artículos aparecidos en rebelion.org.

(texto publicado en Rojoscuro #7, de mayo de 2005)

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