Nota: Agradecemos muy fraternalmente
las reflexiones aportadas por lxs
compañerxs de Sin Banderas Ni
Fronteras, quienes nos hicieron llegar sus
palabras de manera desinteresada y
comprometida. Este texto, al igual que
las palabras del compañero Freddy
Fuentevilla, fue leído integramente en
el conversatorio de la Actividad.
Palabras para
la actividad “…porque la memoria no es basura”
Saludamos a
lxs compañerxs de la Biblioteca Sante Caserio y a quienes se
han
interesado en dar vida a esta jornada con su participación activa.
Como núcleo
antiautoritario de agitación y propaganda con ya casi tres
años de
existencia, queremos compartir unas breves reflexiones sobre el
tema de la
memoria en general y del tema del conversatorio de manera más
particular.
Lo primero
que queremos compartir es algo que ya habíamos difundido antes
en nuestras
publicaciones impresas y en la web, continuando con las
reflexiones
ya desarrolladas por otrxs compañerxs.
Queremos
partir diciendo que no existe una única forma de hacer memoria, y
que ésta
tiene muchas caras, usos y fines, dependiendo de quien la utilice
y para qué la
utilice. Por ejemplo, el Estado
recurre a cierto tipo de
memoria para
reforzar su dominio; así como la izquierda recurre a la
memoria de
sus muertos y luchas del pasado para validarse en el presente
con sus
posturas reformistas y victimizadas.
Pero fuera y
contra todo ello, en nuestra opción por la lucha
antiautoritaria
el recuerdo de nuestros compañeros muertos se ha expresado
hasta hoy
como el rescate de su vida, sus ideas y prácticas contrarias a
la dominación
y como parte de la lucha por la liberación total. La memoria
sobre los/as
compañeros/as muertos/as no se limita ni debiera limitarse
solo al hecho
de su muerte, así como tampoco el recuerdo de sus gustos o
inclinaciones
personales puede separarse de la evolución de sus posiciones
de lucha y
del suceso puntual en cual murieron, ya sea una muerte en
acción o en
otra situación. Es el recuerdo de una individualidad activa
–aunque no
idealizada- que trasciende el suceso de
la muerte e inserta la
vida de cada
compañero/a en la continuidad histórica de la lucha y sus
consecuencias.
Continuidad de la lucha la encarnamos todos/as los/as que
concientemente
decidimos tomar las riendas de nuestra vida y enfrentarnos
al poder.
Respecto al
tema del conversatorio, podemos dialogar críticamente con
quienes crean
que a los compañeros muertos se les recuerda en la lucha y
en la acción
sin necesidad de mencionar sus nombres. A ellxs les
respondemos
que nuestrxs compas muertxs -o encarceladxs- tienen
identidades
forjadas en sus historias de vida ligadas a la lucha y
consideramos
importante reivindicar y difundir esto en conexión con la
realidad más
amplia del enfrentamiento contra el poder. Nuestra memoria
insurrecta es
el recuerdo de compañerxs pero también es propaganda de
nuestras
ideas y prácticas de libertad y una herramienta que empuñamos
para luchar
con más fuerza.
Sin embargo,
repudiamos y combatimos aquellas posiciones de quienes
intentan
imponer la idea de que todo acto de memoria es igual a fetiche,
iconización y
martirologio. Afirmar tal idea no es más que un
desconocimiento
o una amnesia total sobre las críticas que desde nuestro
entorno
anárquico se han desarrollado en contra de la memorias y luchas
victimizadas,
fetichistas y ligadas al martirio, propias de los grupos
izquierdistas.
Pero también es un desconocimiento o amnesia total de las
ideas en
torno a la naturaleza de la lucha antiautoritaria y de las
iniciativas
de memoria que diversos compañerxs han realizado en torno a
compañeros y
experiencias revolucionarias desde una perspectiva contraria
a la
dominación.
Plantear el
hecho de que es un fetiche incorporar en nuestra propaganda
los nombres e
imágenes de nuestros compañerxs muertxs para nosotrxs no es
más que un
planteamiento que ha carecido de argumentos prácticos cuando se
ha planteado
en público, pero que algunxs, para auto validarse, han
envuelto con
ropajes de una supuesta postura ultra radical.
Sostener esa
idea solo tiene dos lamentables consecuencias. La primera es
aportar al
olvido que solo favorece al poder borrando de la historia la
existencia de
combatientes y guerrerxs que han estado dispuestos a luchar
contra la
opresión y contra toda autoridad. La segunda es echar tierra
sobre los
diversos actos e inciativas desarrolladxs por compañerxs que
apostamos por
mantener viva la memoria antiautoritaria desde una postura
insurrecta en
la confrontación multiforme contra el poder y su sociedad.
Por eso no
podemos acoger de buena manera ese tipo de planteamientos,
porque no son
tensiones sino que abiertas o solapadas condenas que no solo
validan el
olvido y la inmovilidad, sino que además carecen de toda
fraternidad y
proyección antiautoritaria.
Nosotrxs
apostamos cada día de nuestras vidas a potenciar la lucha desde
una postura
fraterna, autocrítica y que apunte a la maduración de nuestro
discurso y
acción antes que a la simple repetición
de discursos sin
sustento
práctico que nos envuelvan con una fictisia apariencia de
jovencitxs
super malos y temibles.
Y así nos
despedimos con un fuerte abrazo y fuerza para quienes no ocultan
y dan rienda
suelta a sus deseos de experimentar la libertad destruyendo
al poder y su
sociedad.
Contra toda
autoridad, por la libertad total. Con Claudia López, Jhony
Cariqueo, Mauricio
Morales y Sebastián Oversluij en la memoria, en la
propaganda y
en la acción. A extender y agudizar la insurrección.
Lxs
compañerxs de Sin Banderas Ni Fronteras, núcleo antiautoritario de
agitación y
propaganda. Febrero 2014
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Biblioteca
Autónoma Sante Geronimo Caserio